Diagn�stico
de la Hiperplasia Benigna de Pr�stata
Evaluaci�n
Inicial
En la evaluaci�n
inicial de todos los pacientes con prostatismo, se recomienda lo siguiente:
- Debe
completarse una historia m�dica detallada enfocada sobre el tracto
urinario, operaciones quir�rgicas previas, estado general de salud
y capacidad para resistir una operaci�n, con objeto de identificar
otras causas de disfunci�n de la evacuaci�n y comorbilidades que puedan
complicar el tratamiento. En algunos pacientes "un diario de evacuaciones"
puede ayudar a determinar la frecuencia y naturaleza de las molestias.
- Se
realizar� un ex�men f�sico completo, incluyendo un examen rectal digital
(ERD) y un estudio neurol�gico.
- Se
llevar� a cabo un an�lisis de orina mediante tiras reactivas o/y ex�men
microsc�pico del sedimento para eliminar la posibilidad de hematuria
o infecci�n del tracto urinario.
- Se
determinar� la creatinina s�rica para evaluar la funci�n renal
En
la primera evaluaci�n es opcional la medida del ant�geno espec�fico
prost�tico (PSA). El empleo de este test permite detectar mejor que
el ex�men rectal digital la presencia de un c�ncer de pr�stata y la
detecci�n es, asimismo, m�s temprana. Sin embargo, existe un solapamiento
significativo en los valores del PSA de los enfermos con HBP y c�ncer
de pr�stata. Como resultado del mismo, el test del PSA no discrimina
perfectamente entre los enfermos con HBP sintom�tica y los enfermos
con c�ncer. Adem�s, debido de una falta de consenso acerca de los valores
del PSA considerados m�nimos, muchos de estos tests pueden resultar
ser "falsos positivos" en muchos enfermos con HBP sintom�tica, ocasionando
un n�mero innecesario de biopsias de pr�stata. Adicionalmente, no hay
evidencia directa de que el diagn�stico del c�ncer de pr�stata por el
test de la PSA reduzca en algo la morbilidad y mortalidad de esta enfermedad.
Evaluaci�n
de los s�ntomas
El panel cree que la cuantificaci�n de la severidad de los s�ntomas
es un paso importante en evaluaci�n de los enfermos con prostatismo.
Para
la cuantificaci�n objetiva de los s�ntomas, el instrumento recomendado
es el cuestionario de auto-evaluaci�n de la American Urological Association
(AUA), que consiste en siete preguntas relacionadas con los s�ntomas
del prostatismo. Algunos pacientes necesitan ayuda para entender y completar
dicho cuestionario. Sin embargo, el instrumento de la AUA es considerado
f�cil de utilizar y puntuar.
En el
sistema de puntuaci�n de la AUA, los s�ntomas est�n clasificafos como
leves (0 a 7), moderados (8 a 19) o severos (20 a 35). El sistema de
evaluaci�n de s�ntomas de la AUA est� recomendado para la planificaci�n
del tratamiento y el seguimiento peri�dico.
Tests
de diagn�stico adicionales
Algunas pruebas
espec�ficas de diagn�stico pueden utilizarse para una posterior evaluaci�n
de un enfermo con una presunta HBP. Los datos existentes son insuficientes
para demostrar el valor de estas pruebas para verificar el diagn�stico
y como predictoras de los resultados de un tratamiento. M�s a�n, los l�mites
que definen los valores normales de los anormales en estos tests son inciertos.
De esta manera, los resultados de estas pruebas no son imprescindibles
para tomar la decisi�n de tratar un enfermo t�pico, con una alta probabilidad
de padecer de HBP seg�n la evaluaci�n recomendada. No obstante, estas
pruebas espec�ficas pueden ser valiosas si el diagn�stico es algo incierto
despu�s de la primera evaluaci�n. Otras pueden ser �tiles si el enfermo
o el m�dico seleccionan una opci�n de tratamiento invasiva como la dilataci�n
o la cirug�a.
Las siguientes
pruebas son opcionales despu�s de la evaluaci�n inicial:
- La
medida del flujo urinario es una prueba que puede ser �til en aquellos
enfermos son s�ntomas de prostatismo ya que permitir� identificar
aquellos cuyo flujo m�ximo no est� afectado. Estos enfermos probablemente
no tienen ninguna obstrucci�n y responder�n peor al tratamiento
- Los
estudios sobre el flujo-presi�n, aunque invasivos, pueden ser �tiles
en enfermos cuya historia y/o ex�men sugieren una disfunci�n primaria
de la vejiga (por ejemplo a partir de los resultados neurol�gicos)
como causa primaria del prostatismo. Los estudios de flujo-presi�n
pueden ser especialmente �tiles en aquellos enfermos en que la distinci�n
entre obstrucci�n prost�tica y contractilidad detrusora disminu�da
puede afectar a la elecci�n de la terapia. Sin embargo, los estudios
de flujo-presi�n pueden ser o no �tiles en los enfermos usuales con
s�ntomas de prostatismo.
- La
medida del volumen residual de orina postmicci�n (VRP) no ha demostrado
ser �til en la predicci�n de la necesidad o no de un tratamiento,
aunque los sujetos con grandes vol�menes de orina residual probablemente
no ser�n considerados candidatos a la estrategia de espera vigilada.
Adem�s, las medidas del VRP son poco reproducibles en un enfermo dado.
No obstante, para enfermos que elijam tratamientos no quir�rgicos
(incluyeno la espera vigilada), el VRP puede ser �til para monitorizar
el curso de la enfermedad ya que su determinaci�n repetida puede detectar
un empeoramiento de la condici�n. Se deben repetir varias veces la
determinaci�n del VRP antes de tomar ninguna decisi�n basada en el
mismo. En la medida de lo posible, el VRP debe ser medido no-invasivamente.
- La
uretrocitoscopia es opcional en una posterior evaluaci�n si se planea
un tratamiento invasivo.
Las siguientes
pruebas NO son recomendadas:
- En
un t�pico enfermo de HBP, no se recomienda la ultrasonograf�a o la
urograf�a intravenosa del tracto urinario superior. Estas t�cnicas
deben ser reservadas para los enfermos con hiperplasia benigna de
pr�stata con alguna anomal�a o patolog�a del tracto urinario (por
ejemplo hematuria, infecci�n urinaria, insuficiencia renal, cirugia
previa del tracto urinario e historia de c�lculos urinarios.
- La
cistometr�a (cistometrograf�a o CMG) no se recomienda en la evaluaci�n
de un paciente t�pico con s�ntomas de prostatismo. Puede ser �til
en la evaluaci�n de pacientes en los que se sospeche lesiones neurol�gicas
o para determinar si un sujeto no ha mejorado despu�s de la ciruj�a
prost�tica. Sin embargo, los estudios presi�n-flujo son una alternativa
mejor en este �ltimo caso.
- La
uretrocistocopia no es un procedimiento recomendable para determinar
la necesidad de un tratamiento. La uretrocitoscopia es opcional para
enfermos que hayan elegido un tratamiento invasivo (cirug�a o dilataci�n)
con objeto de evaluar el tama�o y configuraci�n de la pr�stata.
La uretrocistoscopia
puede ser realizada en la consulta o bien en el quir�fano previamente
a la intervenci�n. La ventaja en el primer caso es que el enfermo puede
ser informado de los resultados de la misma y participar en la toma de
decisi�n del tratamiento (por ejemplo la ciruj�a en contraposici�n a la
dilataci�n o la incisi�n transuretral en contraposici�n con la resecci�n
transuretral de la pr�stata). La ultrasonograf�a de pr�stata/vejiga transabdominal,
pero no la urograf�a intravenosa, puede suministrar de forma no invasiva,
la misma informaci�n sobre el tama�o de la pr�stata y su configuraci�n.
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