HOMBRES ILUSTRES

AVICENA (980-1037)

Abu Ali al-Husayn ibn Sina nació en el año 980 en Afsina, pequeña población de la provincia persa de Jurasán. Cuando su padre fué nombrado fncionario de la capital, Bujara, ibn Sina le acompañó estudiando allí durante su infancia. El joven Abu al-Husayn pronto demostró sus extraordinarias dotes como estudiante, sabiendo el Corán de memoria y estudiando jurisprudencia, física, matemáticas y filosofía por las noches.

A los 17 años, su fama como médico es ya conocida siendo llamado por el emir de Bujara, Nun inb Mansur que padecía una grave intoxicación por plomo producida por su hábito de beber en una copa de terracota pintada con pigmentos minerales. Ibn Sina consiguió salvarle la vida, pidiendo como recompensa autorización para entrar en la biblioteca real de los samaníes famosa por el gran número de libros que contenía. Durante los dos años siguientes, ibn Sina profundizó sus conocimientos de jurisprudencia, matemáticas, astronomía, filosofía y música.

A los 20 años, a petición del jurisconsulto Abú Bakr el-Barjuy redactó un conjunto de 10 volúmenes "El tratado del resultante y del resultado" así como un estudio sobre las costumbres de la época "la inocencia y el pecado".

A partir de entonces, su fama se extendió por toda Persia y los años siguientes, ibn Sina viajó como escritor, médico, astrónomo y filósofo por todas las cortes de Persia. Nos cuenta uno de sus discipulos, Abú Obeid el Jozjani (al que le salvó la vida practicándole una traqueotomía cuando el muchacho padecía de una angina diftérica) como en tres días le dictó de memoria un comentario a la Metafísica de Aristóteles. Trabajaba hasta la noche, divirtiéndose después con mujeres y vino hasta bien entrada la noche. En el 1012, es decir cuando Ibn Sina contaba 32 años emprendió la obra de su vida, redactando el famoso Canon de Avicena, un compendio estructurado de todos los conocimientos médicos existentes en la época. El Canon constaba de 5 libros específicos: el primero consagrado a las generalidades sobre el cuerpo humano, la salud, el tratamiento y las terapeútica generales. El segundo comprendía la materia médica y la farmacología simple. El tercero exponía la patologia expuesta por órganos y por sistemas; el cuarto se iniciaba con un tratado de las fiebres, los signos, síntomas, diagnósticos y pronósticos, cirugía menor, tumores, heridas, fracturas y venenos. Para terminar, el quinto contenía una farmacopea.

En conjunto, la obra de Avicena fué monumental. Además de los libros del Canon, nos han llegado 105 obras, algunas de las cuales de carácter enciclopédico, como el "libro de la salvación" conjunto de 18 libros que tratan de las ciencias fundamentales, de la lógica, matemática, física y astronomia.

Arruinado pronto, en parte por la vida disipada que llevaba, murió en 1037 de un cólico. Esta enterrado en Hamadán donde todavía hoy día se le venera.