PLEXOPATIAS
 

TRATAMIENTO DEL DOLOR EN LOS PACIENTES CON CÁNCER

 
 

Plexopatías

Los plexos cervical, braquial y lumbosacro pueden ser fuente de dolor intratable en pacientes con cáncer (Elliot and Foley, 1989). El dolor se produce cuando estas estructuras son infiltradas por tumor o comprimidas por fibrosis después de radioterapia de las estructuras adyacentes. El dolor inducido por radiación es generalmente menos intenso que el dolor acasionado por tumor. La tracción ocasionada por la posición de un paciente durante una cirugía prolongada también puede producir plexopatía braquial.

El dolor originado en el plexo cervical frecuentemente se presenta como una molestia que se irradia dentro del cuello y el occipucio. Generalmente es causado por metástasis en los ganglios linfáticos cervicales o por infiltración local de tumores primarios del cuello o la cabeza.

La plexopatía braquial es una complicación frecuente del cáncer de seno, pulmonar o de linfomas, tambien puede ser causado por metástasis al plexo braquial de un tumor primario distante (Kori, Foley, and Posner 1981). El dolor se presenta sobre el 85% de los pacientes con compromiso del plexo braquial y puede preceder en meses a la debilidad o pérdida sensorial (Foley, 1987). Cuando las ramas superiores son lesionadas por tumor el dolor generalmente comienza en el hombro y se asocia a una sensación punzante o eléctrica en los dedos pulgar e índice. Cuando las ramas inferiores están comprometidas, como es más frecuente, el dolor empieza en el hombro y se irradia al codo, brazo, región media del antebrazo y el 4to y 5to dedo. En cerca del 25% de los pacientes, se compromete el plexo en su totalidad. Comparado con la plexopatía tumoral, el daño por irradiación del plexo braquial causa menos dolor e iniciamente se localiza en las ramas superiores.

La invasión epidural puede ocurrir hasta en el 50% de los pacientes con tumor del apex pulmonar ("Pancoast") (Kanner and Foley, 1981). La enfermedad epidural se puede presentar con mayor probabilidad cuando se compromete el plexo en su totalidad y se presenta síndrome de Horner, lo cual indica prolongación tumoral hacia medial y paraespinal. Los linfomas pueden producir plexopatía braquial y compresión medular en ausencia de lesión del cuerpo vertebral. El TAC y la RNM del plexo braquial y los espacios epidurales son los procedimientos diagnósticos de elección y son esenciales para definir la magnitud del compromiso y para la planeación de los campos de irradiación.

El plexo lumbosacro, puede ser invadido por tumores abdominales y pélvicos. El cáncer colorectal, endometrial y renal, como tambien los sarcomas y linfomas, pueden invadir el plexo por extensión. Sin embargo, el 25% de las plexopatías lumbosacras son metastásicas (Jaeckle, Young y Foley, 1985). El dolor generalmente se percibe en el abdomen inferior, nalgas y piernas. La infiltración del plexo sacro puede producir dolor perineal y perirrectal, es cual es exacerbado al sentarse y al acostarse boca abajo. El dolor precede, por semanas o incluso meses, a los signos neurológicos de debilidad, pérdida de la sensibilidad o incontinencia urinaria. El TAC o RNM abdominal y pélvica pueden proporcionar un diagnóstico y permiten definir los campos de irradiación. Al igual que los pacientes con plexopatía braquial, los pacientes con compromiso difuso o bilateral del plexo lumbosacro pueden tener invasión epidural tumoral, en cuyo caso, se requiere RNM del espacio epidural. La enfermedad epidural de la cauda equina o tumor leptomeningeo puede producir un síndrome similar a la plexopatía lumbosacra (Elliot and Foley, 1989).

El dolor puede preceder a otros signos neurológicos de compresión medular, plexopatía y metástasis espinal. El diagnóstico precoz de estos síndromes y la implementación de un tratamiento adecuado pueden prevenir la parálisis y la incontinencia.