Diabetes y Familia: Embarazo, Parto, Padres, Niñeras, y Maestros en la Escuela

Manual Interactivo del Diabético

Parte II: Consejos para los padres de niños con diabetes

Cuando su niño fue diagnosticado con diabetes, es muy probable que usted haya experimentado algunas reacciones incluyendo incredulidad, pena y aún culpa.Se habrá preguntado vez tras vez porqué esto haya tenido que ocurrirle a su hijo, y habrá sentido que eso no es justo. Para poder realmente ayudar a su hijo, usted debe sobreponerse a esos sentimientos . De esa manera usted podrá aprender distintas técnicas para el buen cuidado de la diabetes.La familia entera deberá hacer cambios para ajustarse mejor a la condición de su niño. La manera en que usted maneja esta situación afectará profundamente la forma en que su hijo acepte o maneje su propia enfermedad. Cuanto mas usted aprenda acerca de la diabetes, más podrá ayudar a su hijo. Lea esta sección y luego le sugerimos que obtenga una copia de Children with Diabetes (Niños con Diabetes) por Linda Siminerios y Jean Betchart. Lo podrá conseguir a través de la Asociación Americana de la Diabetes (rama local o nacional), o de Diabetes Supplies ( materiales para la diabetes), 8181 North Stadium Drive, Houston, Texas 77054.

Como padre, usted seguramente está con una gran ansiedad, pero depende de usted el hecho de que su niño acepte su enfermedad con un mínimo de estrés. La Asociación Americana de la Diabetes, y la Fundación para la Diabetes Juvenil pueden ser de gran ayuda. Además, otros padres que han pasado por la misma situación estarán muy dispuestos a compartir ideas y consejos. Usted debe aprender a proteger sin ser dominante, y a supervisar pero a la misma vez alentar autosuficiencia. Trabaje junto con su niño para lograr un buen control, pero tenga en mente el hecho de que no siempre es posible lograr tal control.

La autoestima y al imagen que el niño tiene de sí mismo se ven amenazadas por la diabetes. Sea comprensivo y siempre esté listo para dar apoyo. Trate de no provocar ansiedad innecesaria sobre "hacer trampas" con la comida. El hacerlo, va a provocar sentimientos de culpa o hacer sentir a su hijo que el o ella es un "mal niño". Los niños que se sienten malos, probablemente se portarán de acuerdo a como se perciben ellos mismos. Ayude a su niño a planear por adelantado. Ningún padre debería asumir que un niño tenga total responsabilidad del control de su diabetes cuando son muy chicos, pero al final, la responsabilidad por comer apropiadamente, inyectarse insulina, medir la glucemia y planear ejercicio, será de su hijo. La madurez, independencia, autocontrol y autoestima irán en aumento a medida que su hijo aprenda cómo controlar la diabetes por sí mismo.

Un niño que tiene diabetes es primero un niño, y luego es una persona con diabetes. Como todo niño, necesita crecer física, social y emocionalmente. Padres que están atentos, que saben que hacer, que están tranquilos y son tolerantes, ayudarán dicho proceso. Los sentimientos de culpa y resentimiento solo llevan a problemas entre esposos y también con los hijos. La diabetes de su hijo es un desafío que toda la familia debe enfrentar junta. No es en ninguna manera un castigo por algo que alguno haya hecho.

Dificultades que los padres suelen encontrar

Un padre extremadamente ansioso formará un niño también extremadamente ansioso, que será muy dependiente. Al hacer absolutamente todo por su hijo, usted le está negando al niño la oportunidad de aprender autocontrol y generar la autoestima necesaria para una vida independiente.

Un padre permisivo siente que las restricciones alimenticias y las inyecciones diarias son demasiado para un niño. Ese padre ofrece recompensas especiales a la vez que ejerce poco y nada de disciplina. Los hijos de padres permisivos, pueden crecer teniendo la impresión de que son incompetentes--incapaces de afrontar sus propios problemas-- lo cual a su vez refuerza los sentimientos de incapacidad.

Un padre perfeccionista puede llegar a lograr un buen control de la diabetes de su hijo sobre todo cuando es pequeño, usando la disciplina, pero esto también tiene riesgos. El niño puede sentirse culpable cuando no logra tener el azúcar de su sangre en un buen nivel, y muchas veces en estos casos se dan las situaciones en que hasta cambiará resultados obtenidos para lograr la apbobación de los padres. Durante la adolescencia, los hijos de padres perfeccionistas suelen rebelarse contra sus padres y contra los programas de control de la diabetes.

Un padre indiferente puede sin quererlo, forzar a su hijo a buscar atención por ejemplo rompiendo la dieta, o no administrándose las inyecciones de insulina. Los hijos de padres indiferentes, suelen tener depresión debido a la falta de disciplina, apoyo y supervisión. También tienen una mayor frecuencia de hospitalizaciones.