DIAGNÓSTICO Y CLASIFICACIÓN DE LA DIABETES MELLITUS

CLASIFICACION DE LA DIABETES MELLITUS

Uno de los más importantes requisitos para la investigación clínica y epidemiológica y para el tratamiento clínico de la diabetes es el disponer de un adecuado sistema de clasificación que proporcione un marco adecuado para identificar y diferenciar los varios tipos y estadios. Aunque ha habido varios conjuntos de criterios de nomenclatura y diagnóstico, hasta 1979 no hubo una clasificación sistemática aceptada por la generalidad de los especialistas (En esta fecha se publicó la clasificación propuesta por el "National Diabetes Data Group") (1). 

En 1980 el Comité de Expertos en Diabetes de la Organización Mundical de la Salud ("World Health Organization (WHO)") y posteriormente el Grupo de Estudio sobre Diabetes de la OMS aceptaron las recomendaciones del National Diabetes Data Group (2). Estos grupos reconocían dos formas más importantes de diabetes que llamaron Diabetes mellitus insulino-dependiente (DMID, diabetes de tipo 2) y Diabetes mellitus no-insulino-dependiente (DMNID, diabetes de tipo 2), si bien esta clasificación continuaba incluyendo evidencias de que la diabetes mellitus es un grupo clínica- y etiológicamente heterogéneo que tienen la hiperglucemia en común. La evidencia de esta heterogeneidad está avalada por los siguientes factores:

  • Hay varios desórdenes distintos, algunos de ellos muy raros, en los que la intolerancia a la glucosa es la característica común.
  • Existen amplias diferencias en la prevalencia de las formas más importantes de la diabetes entre diversos grupos raciales o étnicos en el mundo
  • Los pacientes con intolerancia a la glucosa presentan una mayor variación fenotípica (obsérvese las diferencias entre los diabéticos insulino-dependientes, delgados y con propensión a la cetosis y los diabéticos tipo 2, obesos y no cetósicos)
  • Existen evidencias genéticas e inmunológicas en los países occidentales que demuestran que las formas de diabetes que se presentan en la juventud son esencialmente diferentes de las que se presentan en la edad madura o vejez. 
  • Un tipo de diabetes que no requiere insulina en los jóvenes, heredada de una forma autosómica dominante, es claramente distinta de la clásica diabetes juvenil que se presenta en niños y adolescentes.
  • En los países tropicales, se presentan varios tipos de diabetes, incluyendo las asociadas a pancreatitis fibrocálcica.
Estas y otras líneas de evidencia fueron utilizadas para dividir la diabetes mellitus en 5 tipos distintos (DMID, DMNID, diabetes mellitus gestacional, diabetes relacionada con la malnutrición, y otros tipos). Las diferentes presentaciones clínicas y los factores etiológicos genéticos y ambientales de estos cinco tipos permitían una discriminación entre los mismos.

Todos ellos se caracterizaban bien por una hiperglucemia en ayunas, bien por elevados niveles de glucosa en plasma durante un test de tolerancia a la glucosa oral. Además, desde 1979 la clasificación incluía la categoría de Intolerancia a la Glucosa (ITG) en la que los niveles de glucosa plasmática durante un test de tolerancia a la glucosa oral eran por encima de lo normal pero por debajo de los observados en la diabetes.

La clasificación del DDG/WHO subrayaba la heterogeneidad del síndrome diabético. Esta heterogeneidad tiene importantes implicaciones no sólo para el tratamiento de pacientes con diabetes, sino también para la investigación biomédica.

Esta primera clasificación indicaba que desórdenes agrupados conjuntamente bajo el término de diabetes difieren marcadamente en su patogénesis, historia natural, respuesta al tratamiento y prevención. Además, diversos factores genéticos y ambientales pueden resultar en formas de diabetes que son fenotípicamente similares, pero que tienen diferente etiología. 

La clasificación publicada en 1979 estaba basada en los conocimientos que se tenían en el momento y representaba un compromiso entre los diferentes puntos de vista. Estaba basada en una combinación de manifestaciones clínicas o requisitos de tratamiento (por ejemplo diabetes insulino-dependiente, no insulino-dependiente) y de patogénesis (por ejemplo diabetes gestacional o relacionada con la nutrición). Sin embargo, ya se preveía que esta clasificación debería ser revisada cuando aumentaran nuestros conocimientos sobre la enfermedad. En efecto, cuando esta clasificación fue elaborada, no se había establecido una etiología definitiva para ninguna de las subclases de la diabetes, con la única excepción de alguna pertenecientes a "otras clases". Se conocían pocos genes de susceptibilidad para la diabetes y sólo comenzaba a apuntarse la naturaleza inmunológica para muchas de las diabetes tipo 1.