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MERALGIA PARESTÉSICA

 

MERALGIA PARESTÉSICA

Descrita por primera vez por Bernhardt 1878 la meralgia parestésica es una condición producido por la mononeuropatía del nervio cutáneo femoral lateral. Aunque el nervio puede ser lesionado en cualquier lugar de su recorrido, lo más frecuente es el atrapamiento en la región de la espina ilíaca anterosuperior cuando pasa por debajo o a través del ligamento inguinal para recoger la sensibilidad de la cara anteroexterna del muslo (*). Es un cuadro relativamente frecuente en la población con una incidencia de 4,3 casos por 10.000 personas-año. La enfermedad muestra un leve predominio masculino. Puede iniciarse a cualquier edad, y se han descritos casos pediátricos, aunque lo más frecuente es su inicio en la cuarta y quinta décadas. La mayoría de los casos son unilaterales, pero hasta un 20% de los casos son bilaterales

Diagnóstico

El diagnóstico de la meralgia parestésica se basa en la anamnesis y en una exploración neurológica coherente con la afectación sensitiva en la cara anterolateral del muslo sin otra clínica neurológica, urológica o gastrointestinal. La síntomatología usual incluye parestesias tipo acorchamiento o tipo hormigueo, o dolor, ya sea urente, en forma de pinchazos u opresivo, con un importante componente postural, clínica que se ve agravada por la postura erguida o el caminar y mejora al sentarse. La exploración neurológica muestra una alteración sensitiva, generalmente hipoestesia, aunque también hay hiperalgesia o alodinia. Un signo de Tinel positivo no consta en ninguna historia. Se ha propuesto como prueba de alta sensibilidad y especificidad el test de compresión pélvica, consistente en la compresión manual durante unos 45 segundos sobre la pelvis con el paciente tumbado sobre el lado sano.

Se ha recomendado la medición de la velocidad de conducción sensitiva del nervio afecto, como la mejor prueba para confirmar la sospecha diagnóstica. Sin embargo, esta prueba es difícil y algunos autores recomiendan hacer el diagnóstico si hay una historia y exploración típica, y sólo realizar un estudio neurofisiológico en casos en los que haya una presentación atípica: sospecha de radiculopatía si hay dolor lumbar, sospecha de plexopatía en casos de masa o infiltración, o sospecha de polineuropatía o de otra mononeuropatía si hay lesión en otros niveles.

Etiología

Los factores causantes de la meralgia parestésica pueden ser espontáneos/idiopáticos cuando no hay una causa evidente de compresión nerviosa (por ejemplo diabetes) y iatrogénicos/secundarios. Dentro de la meralgia parestésica espontánea se incluyen la presencia de factores mecánicos desencadenantes, como la obesidad, el aumento de la presión abdominal (como en el embarazo), la presión por cinturones, corsés o pantalones ajustados, el ejercicio físico excesivo y causas metabólicas, como la diabetes, la intoxicación por plomo, la lepra o el hipotiroidismo. Las causas secundarias obedecen a compresión extrínseca en el espacio retroperitoneal o en la zona del ligamento inguinal, y a iatrogenia por cirugías ortopédicas, laparoscopia, acceso femoral y fracturas. Así, se han descrito meralgias parestésicas consecutivas a sustitución de cadera, cesárea, bypass aortofemoral y otras cirugias que pueden afectar al nervio femorocutáneo.

Bloqueo del nervio femorocutáneo

Tratamiento

El tratamiento de la meralgia parestésica debe ser conservador, identificando los casos secundarios y recomendando en los que tengan un factor desencadenante su corrección para impedir la compresión del nervio. Se ha de explicar al paciente la naturaleza y benignidad del cuadro y que debe evitar prendas ajustadas. Los pacientes obesos deberán perder peso. En los casos en los que la sintomatología no responda tras tres meses de tratamiento o manifieste el paciente dolor significativo, se pueden emplear fármacos indicados para el dolor neuropático (antidepresivos, antiepilépticos u opiáceos), o realizar un bloqueo nervioso local, (*) con un anestésico local (para confirmar el diagnóstico) o con corticoides de modo repetido como tratamiento. Sólo en casos refractarios al tratamiento conservador, que hayan respondido al bloqueo con anestésico (en caso contrario se aconseja realizar una prueba de imagen de la columna lumbosacra y de la pelvis para buscar otras etiologías) se podría plantear cirugía con descompresión o con sección del nervio, aunque esta última solución conlleva una anestesia permanente y la posibilidad de dolor por desaferentización.

 

 

REFERENCIAS

  • Harney D, Patijn J. Meralgia paresthetica: diagnosis and management strategies. Pain Med . 2007 Nov-Dec;8(8):669-77. Review.
  • Grossman MG, Ducey SA, Nadler SS, Levy AS. Meralgia paresthetica: diagnosis and treatment. J Am Acad Orthop Surg 2001; 9: 336-44.
  • Nouarei SA, Anand B, Spink G, O’Neill KS. A novel approach to the diagnosis and and management of meralgia paresthetica. Neurosurgery 2007; 60: 696-700.
 
   
  Monografía revisada el 21 Julio de 2014. Equipo de Redacción de IQB