Sección de Neurología
 
ESCLEROSIS MÚLTIPLE [ICD-10: G35]
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Introducción

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y discapacitante del sistema nervioso central. Varias líneas de investigación sugieren que se trata de una enfermedad producida por una alteración del sistema inmunológico, alteración que permite a las células del sistema inmunológico "atacar" la mielina, la capa aislante que rodea las fibras nerviosas del cerebro y médula espinal. Cuando la mielina es dañada, el impulso nervioso pierde velocidad al desplazarse en las fibras nerviosas, lo que se traduce en fatiga, pérdida de las fuerzas y deterioros de la visión, coordinación, equilibrio, sensaciones y de las funciones de la vejiga y del intestino.

La enfermedad recibe el nombre de esclerosis debido a los hallazgos patológicos observados en el siglo XIX en las autopsias de estos enfermos que mostraban múltiples placas de esclerosis en el cerebro (*) o en la médula espinal (*), células de la astroglía y fragmentos de mielina. Las placas de mayor tamaño son visibles por resonancia magnética en donde aparece como áreas hipodensas.

Etiopatología

Aunque se desconocen con exactitud las causas de la esclerosis múltiple, la evidencia sugiere que la enfermedad puede ser el resultado del ataque de un agente ambiental que pone en marcha una serie de procesos en individuos susceptibles.

Teoría ambiental: presupone la existencia de un factor, propio de las zonas templadas y menos frecuentes en áreas tropicales o subtropicales. Los investigadores han explorado la posibilidad de una exposición a virus o bacterias, la, presencia de toxinas ambientales, la duración de la luz solar, y la dieta, sin que hasta el momento se haya encontrado una relación entre estos factores y la EM. Para complicar aún más el problema, se ha comprobado que los individuos nacidos en áreas de alto riesgo, tienen menos probabilidades de adquirir la enfermedad cuando emigran a zonas de bajo riesgo y lo inverso ocurre en los casos contrarios.

La teoría genética propone que la susceptibilidad a la EM depende de factores genéticos. Varias líneas de evidencia han mostrado que la EM es más frecuente en las personas de origen caucasiano que en los negros o los asiáticos. También se ha comprobado que los miembros de las familias con más de caso de EM tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad en comparación con la población en general.

Los estudios sobre la historia natural de la EM indican que existen varios tipos de actividad de la enfermedad. Algunos pacientes padecen brotes poco frecuentes, otros tienen numerosos brotes y en otros la discapacidad aumenta progresivamente sin experimentar ataques agudos (*)

Los pacientes que padecen pocos ataques y solo muestran una ligera discapacidad constituyen el 10% de todos los casos: se dice que están afectados de una EM benigna. Los pacientes que tienen brotes con una remisión total o parcial se dice que tiene esclerosis múltiple de brotes y remisiones. Aproximadamente el 50% de estos pacientes muestran dificultades en la ambulación a los 15 años y el 80% evolucionan hasta una total discapacidad a los 25 años.

Los pacientes que experimentan en primer lugar ataques agudos y muestran una progresión gradual hacia la discapacidad padecen esclerosis múltiple secundaria. Por el contrario, la esclerosis múltiple primaria se caracteriza por una progresión hacia la discapacidad sin ataques iniciales. Un pequeño porcentaje de estos pacientes experimentan más tarde exacerbaciones, siendo su EM progresiva con recaídas

Síntomas

Unos de los aspectos más característicos de la esclerosis múltiple es la variabilidad de los síntomas y el curso caprichoso e imprevisible con períodos de brotes, alternando, de forma completamente irregular, con remisiones más o menos parciales de los trastornos.

  • Trastornos oculares: pueden estar representados por una disminución de la agudeza visual, por alteraciones del campo visual, por nistagmus y, por parálisis de los nervios motores oculares con la consiguiente diplopía (*). El examen del fondo del ojo (oftalmoscopia) permite muy frecuentemente apreciar una atrofia de la papila, pars planitis y con menor frecuencia uveitis granulomatosa. También son frecuentes, los vértigos (un signo de lesión del nervio vestibular), la neuralgia del trigémino y la parálisis del nervio facial.
  • Trastornos de la vía motriz piramidal: estos trastornos consisten en verdaderas parálisis o en una simple disminución de fuerza, que afecta sobre todo a los miembros inferiores. El trastorno de la motilidad voluntaria se acompaña de los signos característicos de lesión de la vía piramidal (aumento del tono muscular, acentuación de los reflejos tendinosos, aparición del fenómeno de Babinski y abolición de los reflejos abdominales). La fatiga, que afecta a la mayoría de los pacientes con EM es la consecuencia de esta pérdida de fuerzas
  • Trastornos cerebelosos: son frecuentes el temblor y la ataxia. La presencia simultánea de trastornos piramidales y cerebelosos puede hacer la marcha muy difícil para el sujeto: anda con los miembros rígidos y separados, con pasos mal medidos, y presenta continuas oscilaciones del tronco. También hay que atribuir a la lesión cerebelosa los frecuentes trastornos de la palabra: ésta aparece más lenta, difícil, y las sílabas se pronuncian separadas unas de otras. También son notables que recordar los trastornos urinarios (consistentes en la micción imperiosa y frecuente o en dificultad para comenzarla, o también en la incontinencia), los trastornos sensitivos (hormigueos, dolores, sensaciones de "descarga eléctrica" a lo largo de la espalda) y los trastornos psíquicos (emotividad exagerada, marcada variabilidad del humor, euforia, y hasta verdadera afección de tipo demencial)

 

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