• Glándulas parótidas: se sitúan a nivel de las mejillas y vierten la saliva en la boca a través del conducto de Stenon (parótido)
• Glandulas submaxilares: se encuentran ambos lados del suelo de la boca y vierten la saliva a través del conducto de Wharton (submaxilar)
• Glándulas sublinguales: se sitúan en la parte anterior y central del suelo de la boca. Vierten la saliva por los conductos de Rivinus y Bartholin

Otras glándulas que también segregan saliva son las glándulas palatinas, situadas en el paladar blando, así como otras glándulas más pequeñas situadas en la lengua y en las mucosas de la boca.

La unidad básica de las glándulas salivares está formada por ácinos, conductos intercalares, conductos estríados y el conducto excretor.

Los ácinos son sacos formados por células serosas y mucosas que segregan respectivamente, enzimas y mucina. Las células acinares almacenan las secreciones proteícas en los gránulos de zimógeno, que son excretados por exocitosis

Las enzimas más importantes son la alfa-amilasa o lisozima con propiedades antibacterianas, la lipasa y la lactoferrina. La mucina es la responsable de la viscosidad de la saliva. La composición de la saliva es parecida a la del plasma con más potasio y más bicarbonato.

A medida que aumenta la secreción desde medio mililitro por minuto hasta 6 o 7 ml, la composición se va haciendo parecida a la del plasma

La estimulación parasimpática es más importante que la simpática

Los centros nerviosos parasimpáticos están localizados en el bulbo y envían sus estímulos a los dos núcleos salivares, el superior y el inferior. En reposo, las glándulas salivares reciben un flujo de sangre de 50 ml/100 g de tejido: en respuesta a la estimulación parasimpática, las células acinares liberan una proteasa, la kalicreína que actúa sobre una proteína plasmática, el kininógeno, liberándose la lisilbradikinina un potente vasodilatador.