La Edad Crítica de la Mujer

LOS TRANSTORNOS PSICOSOMATICOS EN EL CLIMATERIO

Introducción

Los transtornos psíquicos y psicosexuales en el climaterio constituyen un tema muy polémico que antiguamente se enfocaba desde un punto de vista puramente psicológico o Freudiano. Sin embargo, desde la década de los 70 hasta el presente, se han empezado a descubrir los mecanismos bioquímicos, a nivel molecular, del sistema nervioso que explican una gran parte de los instintos y de las emociones. Nos encontramos en una encrucijada de lo que se ha llamado la "Neurociencia, en la que un grupo piensa que todo el mecanismo de la mente humana se puede explicar a través de acciones de neurotransmisores en las neuronas, mientras que otra tendencia, más tradicional, niega la posibilidad de que la fisiología pueda llegar nunca a conocer los entresijos de la mente humana.

Esta distinción es, quizás, algo artificiosa porque ya desde principios de este siglo, el gran biólogo y premio Nobel Alexis Carrel sostenía que la psicología era también biología y que las ciencias de la vida se dividían en ciencias morfológicas (anatomía, histología, etc), ciencias fisiológicas (entre ellas la bioquímica y la biología molecular), ciencias psicológicas y ciencias sociológicas.

Si examinamos desde este punto de vista las alteraciones de la persona femenina en su declinar sexual, puede verse que existe un entramado de factores que se pueden ser analizados bajo tres ángulos distintos:

  • En primer lugar, se trataría de un problema puramente fisiológico que depende de como funciona el sistema nervioso, de como actúan las terminaciones nerviosas y de como se generan los instintos y las emociones por procesos bioquímicos que son perfectamente conocidos. En una palabra, de un proceso que materializaría totalmente las reacciones humanas.
  • Otro enfoque, menos material, consistiría en analizar la psicología sin mezclar para nada elementos de biología molecular.
  • Finalmente, el influjo social, o sea la sociología, tendría un papel importante en la mujer declinante.

La importancia que hoy día se concede a toda esta sintomatología queda explicada por la curva de la evolución de la esperanza de vida en la mujer desde el siglo XVI hasta nuestros días. Desde la época de Isabel la Católica hasta 1990, según los datos históricos que poseemos, la menopausia de la mujer se producía siempre en torno a los 50-51 años, con muy pequeñas oscilaciones. Por el contrario, la vida media ha aumentado muy notablemente, de tal manera que si la esperanza de vida era en el siglo XVI de 30 a 35 años hoy día sobrepasa ampliamente los ochenta años.

Hasta 1800 las mujeres morían antes de la edad de la menopausia, y en consecuencia no había menopáusicas. Sólo a partir de la mitad del siglo XIX la vida media empieza a remontarse por encima de los 50 años, y empieza tener importancia el número de mujeres que han tenido la menopausia y siguen viviendo. La población de mujeres postmenopaúsicas comienza a crecer poco a poco, constituyendo hoy día aproximadamente el 25% de toda la población femenina del mundo. Como consecuencia de esto y en paralelo ha ido aumentando el interés y el número de consultas especializadas en los grandes hospitales. Pero también se ha producido un cambio en la actitud de la mujer: en el pasado la mujer. cuando se le retiraba la regla, se consideraba como muy anciana y no le prestaba mayor importancia. Para ella, era el anuncio de que la vida se acababa y lo aceptaba como un acontecimiento fatal. Pero hoy día, que las mujeres viven mucho más y se conservan mucho mejor, este accidente las sorprende mucho más jóvenes, en un momento en que se encuentran en una fase de actividad tanto física, como psíquica como social. En consecuencia, la desaparición de la regla introduce unos cambios psicológicos que antes no existían y la actitud de la mujer ante la misma cambia radicalmente. Este fenómeno no se produca hasta mediados de este siglo, de manera que hasta mediados de la década de los 50 a las mujeres no les preocupaba el cese de la regla.

Con el cese de la regla, la conducta de la mujer se vuelve pesimista porque hace sinónimo de la menstruación con su estatus femenino: piensa que empieza a dejar ser mujer cuando el sangrado periódico desaparece. Esto no es así, la femeneidad continua con múltiples manifestaciones y no se puede decir que una mujer porque ya sea menopaúsica ha dejado de ser mujer.

Por otra parte, hay sentimientos encontrados porque la cuando se produce este acontecimiento, la mujer comprende que ya no se puede quedar embarazada oponiéndose este sentimiento de pérdida de femeneidad a la tranquilidad de saber que puede tener relaciones sexuales sin consecuencias, una idea equivocada, ya que la mujer tiene una esterilidad relativa varios años antes del cese de la regla. Antiguamente, cuando las mujeres no conocían los métodos modernos de contracepción y las familias tenían ocho o diez hijos, muchas de ellas recibían la menopausia como una liberación. Por el contrario, hoy día que se puede evitar un embarazo a voluntad, la mujer piensa que esto es algo que la disminuye o que reduce su prevalencia femenina.

Esta sensación de decadencia de su femeneidad es la que provoca toda una serie de síntomas psicosomáticos que veremos seguidamente y que se dan independientemente de que la mujer tenga o no tenga hijos y mantenga o no relaciones sexuales.

Síntomas psíquicos y psicosomáticos

  • Los sofocos, quizás los síntomas más frecuentes, sólo en parte son de origen psíquico. En parte, son producidos por fenómenos circulatorios.
  • Los transtornos del apetito, aunque pasan desapercibidos para muchas mujeres, son también muy frecuentes, en el sentido de comer más o, por el contrario, con la aparición de una anorexia que puede ser natural o puede ser impuesta por el deseo de mantenerse a la moda.
  • El alcoholismo es algo más raro
  • El tabaquismo aumenta enormemente en esta edad de la vida
  • Los transtornos del sueño, son bastante frecuentes y aunque en general el sueño disminuye con la edad, algunas mujeres muestran un insomnio patológico.
  • Los cambios de carácter se manifiestan como irritabilidad o sensación de melancolía ligada a una depresión.
  • Cansancio, fatiga, cefaleas son también frecuentes
  • La pérdida de la libido, que se da en un 20% de las mujeres puede ser considerada como un síntoma sexual.

Es interesante comparar los síntomas psíquicos y psicosomáticos antes, durante y después de la menopausia.La tabla muestra la evolución de los síntomas en esta época de la vida en un estudio realizado en 3.150 mujeres.

Síntomas Premenopáusicas %/Perimenopaúsicas
%
Postmenopaúsicas
%
Sofocos
Irritabilidad
Cefaleas
Depresión
Insomnio
Melancolía
Frigidez sexual
17/ 28
12/ 5
10/ 0
3/40
22/18
9/ 21
11/15
65
24
10
11
22
15
19
La explicación de estos síntomas puede ser considerada en una doble vertiente:
  • La basada en las motivaciones psicológicas y psicosociales antes señaladas
  • La fundamentada en la falta de estrógenos concuencia de la atrofia del aparato genital y en los muchos cambios endocrinos que se producen al llegar la menopausia.
Por lo tanto, el tratamiento deberá tener en cuenta ambos aspectos y la terapia hormonal sustitutiva no será por sí misma efectiva sino que deberá ir acompañada de una ayuda psiquiátrica.