La Edad Crítica de la Mujer

Quizas por los recuerdos forman parte de la vida, o quizás porque es un bello recuerdo, no resistimos a la tentación de contar aquí como averiguamos la fórmula de los estrógenos. Era el verano de 1933 y eramos estudiantes de los últimos cursos de medicina. La que es hoy Universidad Internacional Menendez Pelayo, en el Palacio de la Magdalena de Santander, bajo el ministro de instrucción pública D.Fernando de los Ríos, decidió organizar una Universidad de Verano, repartiendo unas becas entre los estudiantes con buen expediente de las distintas Universidades de España e invitando a grandes conferenciantes. Por allí pasó Ortega, Unamuno, etc y un buen número de extranjeros entre los cuales había nada menos de 9 premios nobel. Fué un impacto cultural de enorme transcendencia, entre otras cosas porque allí surgió por primera vez la figura de Xavier Zubiri.

Una de aquellas tardes, debía hacer mucho calor porque después de las clases, hacia las siete y medio fuimos a bañarnos a la playa. Estando allí, no en la playa del Sardinero sino en la playita que hay al lado de la Magdalena, se nos acercó un profesor escocés, el Prof. Kendall, un hombre alto, rubicundo, de pelo blanco que muy inglés él, llevaba un sombrero de paja, una chaqueta blanca con corbata, descalzo y con los pantalones remangados. El nos debía conocer de vista ya que se acercó y nos preguntó si eramos estudiantes de la Universidad y cual era nuestra especialidad. Al saber que pensabamos dedicarnos a la ginecología, nos dijo: "Pués si es Ud. ginecólogo, le interesará saber lo que mis colegas y yo de Edimburgo hemos averiguado, la fórmula de la hormona del folículo ovárico" -por aquel entonces no conocía la fórmula química de ninguna hormona-. Entonces, con un pequeño bastón que el profesor llevaba dibujó esta fórmula [la del estradiol] que quedó para siempre grabada en nuestra memoria. Aquel hombre recibió años después el Premio Nobel de Fisiología y Medicina.


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