TRATAMIENTO DEL DOLOR EN LOS PACIENTES CON CÁNCER

 
 

Mucositis

La mucositis puede presentarse en los  pacientes que reciben quimioterapia citotóxica o irradiación en la cabeza o cuello. En los pacientes que reciben quimioterapia, la incidencia y severidad de mucositis tóxica está determinada por la dosis y el esquema de administración de cada fármaco en particular. La preexistencia de una pobre higiene bucal puede contribuir a la mucositis. El dolor es a menudo intenso e interfiere con la ingesta oral. La mucositis inducida por quimioterapia comienza comúnmente 3 a 5 días luego de iniciada la terapia, alcanzando un máximo a los 7 a 10 días resolvíendose lentamente en los próximos 5 a 7 días a menos que se complique por infección o hemorragia (Dreizen, 1990). Los signos clínicos de mucositis incluyen disminución del espesor de la mucosa y queratinización, desprendimiento superficial y ulceración.

La radioterapia de la mucosa orofaríngea y esofágica tiene efectos inflamatorios predecibles, que generalmente aparecen al final de la segunda semana de tratamiento, se mantiene durante la irradiación y algunas veces persiste por 2 a 3 semanas después de completar el tratamiento (Baker, 1982). Inicialmente, la mucosa en la trayectoria de la irradiación se enrojece e inflama; en la medida que el tratamiento continúa, la mucosa puede cubrirse con un exudado fibroso.

En la mucositis asociada con quimioterapia o radioterapia, la intensidad del dolor está relacionada con la cantidad de tejido afectado y el grado de inflamación local. Típicamente, el paciente describe una sensación urente, frecuentemente acompañada de eritema. Debido a que los signos y síntomas clínicos pueden cambiar, los pacientes con mucositis deben ser evaluados frecuentemente:

  • Examinar los labios y todas las superficies de la mucosa para determinar el número, tamaño y localización de las lesiones. La intensidad del dolor suele estar relacionado con el grado de daño tisular.
  • Incluir la evaluación de edema y eritema locales así como una enfermedad periodontal preexistente, que también puede ser dolorosa.
  • Preguntar al paciente para identificar áreas dolorosas o ardor; incluso si no hay daños aparentes en los tejidos estos pueden resultar comprometidos posteriormente.
  • Lesiones sospechosas: realizar cultivos para descartar infección concomitante (bacterias, virus, hongos) que pueden intensificar el dolor y retrasar la curación.
  • Evaluar la capacidad del paciente para deglutir (incluyendo analgésicos orales), y restringir la ingesta oral si es necesario.
  • Repitir la evaluación con frecuencia porque los signos clínicos y síntomas pueden cambiar

El tratamiento debe incluir la utilización agresiva de analgésicos (por ejemplo, analgesia controlada por el paciente) y antibióticos específicos (Epstein, 1990; Janjan, Weissman, and Pahule, 1992).

 

 

La palifermina es un factor de crecimiento keratinocítico recombinante humano (KGF-1) indicado para disminuir la severidad y duración de la mucositis oral en pacientes con neoplasias hematológicas que reciben terapias mielotóxicos que requieran apoyo de células hematopoyéticas. La palifermina es el primer (y en la actualidad el único) fármaco aprobado para las mucositis.