GASTROENTEROLOGIA

RUMIACION

 

La rumiación también denominada mericismo consiste en la regurgitación del alimento desde el estómago hasta la boca, la masticación de nuevo y la deglución de este. Se trata de un fenómeno involuntario, que no requiere de esfuerzos por parte del paciente y que no va asociada a otros trastornos gastroesófagicos ni a pirosis. La rumiación se inicia a los 15 minutos después de la comida y puede durar hasta una hora. Durante este tiempo, el sujeto puede rumiar hasta 20 veces. Al parecer se trata de una sensación placentera, aunque por verguenza, los pacientes suelen ocultarla. La rumiación cesa cuando la comida comienza a mostrarse ácida.

Aunque no se conoce la etiología de esta condición, la mayor parte de los autores están de acuerdo en los factores psicológicos tienen una gran importancia. Los estudios manométricos han demostrado en estos sujetos un aumento de la motilidad esofágica, gástrica e intestina superior a lo normal. La rumiación puede ser desencadenada mediante una maniobra de Mueller (inspiración forzada contra la glotis cerrada) y algunos pacientes pueden suprimirla de forma voluntaria. Suele responder a un tratamiento con biofeedback (bioretroalimentación).

La rumiación en los lactantes va asociada a una falta de crecimiento, marasmo e incluso puede conducir a la muerte. Es común entre los retrasados mentales y en niños con madres inmaduras incapaces de aportar a su hijo la afectividad que este necesita.

El diagnóstico diferencial de la rumiación en el lactante incluye el reflujo gastroesofágico, la hernia hiatal, las reacciones a los fármacos, las convulsiones diencefálicas, los tumores hipotalámicos, la alergia a la leche y algunas enfermedades metabólicas

Los criterios de diagnóstico Roma II para este desorden son:

Al menos 12 semanas, no necesariamente consecutivas en los 12 meses anteriores de:

  • 1. Regurgitación persistente o recurrente del alimento recientemente ingerido en la boca con la subsiguiente remasticación y deglución o arrojado del mismo
  • 2. Ausencia de naúsea y vómito
  • 3. Interrupción del proceso cuando el material regurgitado se vuelve ácido
  • 4. Ausencia de reflujo gastroesófagico, acalasia, o cualquier otro desorden de la motilidad reconocido como desorden patológico primario