Plantas Medicinales y Diabetes

 

AGENTES HIPOGLUCEMIANTES A PARTIR DE LAS PLANTAS

En la tabla 1 se listan algunas de las plantas empleadas tradicionalmente en el tratamiento de la diabetes de las cuales se ha aislado un componente o una fracción con propiedades hipoglucemiantes demostradas cientificamente

 

La cebolla (Allium cepa) y el ajo (Allium sativum) han sido utilizadas desde la antiguedad en Asia, Europa y el Oriente Medio para el tratamiento de la diabetes (1). Los extractos de estos bulbos han mostrado poseer unos ligeros efectos hipoglucemiantes en ratas normales y con diabetes por aloxano y también en voluntarios sanos. Las concentraciones de glucosa en ayunas disminuyeron y la tolerancia a la glucosa aumentó en un 7-18% a la 1-2 horas de la administración de extractos acuosos y etanólicos de cebolla y de ajo en dosis de unos 10 g de extracto/kg de peso. Este efecto ha sido atribuído a los componentes volátiles sulfuro de alilpropilo y sulfóxido de dialilo. Sin embargo, las dosis requeridas para conseguir el efecto son excesivas y pueden tener efectos negativos sobre el metabolismo hepático.

Estas plantas no son efectivas en los modelos de rata pancreatectomizada ni con diabetes por estreptozotocina, lo que sugiere que el efecto puede ser debido a un retraso en la degradación de la insulina o a un efecto facilitador de los efectos de la hormona.

  Las infusiones y decocciones de las hojas del Catharanthus roseus han sido también empleadas en el tratamiento de la diabetes de tipo 2. La administración crónica de extractos de estas hojas a ratones normales y diabéticos por estreptozotocina no mostró un efecto significativo sobre la homeostasis de la glucosa. Sin embargo, algunos de los alcaloides aislados de extractos de esta planta como la leurosina, la vindolina, la vindolinina y la cantaratina han mostrado un débil efecto hipoglucemiante en ratas normales.
  El empleo de las hojas de Tecoma stans para el tratamiento de la diabetes de tipo quedó justificado al aislarse dos alcaloides, la tecomina y la tecostanina que muestran un rápido efecto hipoglucémico cuando se administran i.v. a conejos normales y diabéticos por aloxano pero que son ineficaces en animales pancreatectomizados. Estos alcaloides son poco estables y además se necesitan dosis muy elevadas para obtener una respuesta terapeútica.
 

Las semillas de la alholva (Trigonella foenumgraecum) muestran un modesto efecto efecto hipoglucémico en algunos modelos de animales diabéticos, pero son ineficaces en animales pancreatectomizados. Los efectos hipoglucemiantes han sido atribuidos a un alcaloide denominado trigonina, aunque otros productos con potencial efecto hipoglucemiante como el ácido nicotínico han sido aislados de estas semillas. No hay evidencias de que la alholva aumente la secreción de insulina pero la administración crónica de las mismas en el perro reduce los niveles de glucagón y somatostatina. El elevado contenido en fibra de las semillas de la alhova (50-60%) también puede ser el responsable de los efectos beneficiosos de esta planta en los diabéticos

  Los efectos hipoglucemiantes de la Coccinia indica (una especie de calabaza trepadora) han sido demostrados en un estudio en doble ciego con pacientes con diabetes de tipo 2. La administración de 6 comprimidos diarios un hojas secas de esta planta redujo los niveles de glucosa en ayunas en un 20% en 6 semanas, mejorando también la tolerancia a la glucosa. De igual forma, el extracto alcohólico de la Coccinia indica, disminuyó las concentraciones basales de glucosa en el conejo en un 50% cuando se administró en dosis de 1.25 g/kg. No se ha caracterizado todavía el alcaloide responsable de este efecto.
Monografía del Guarumo Las infusiones de Cecropia obtusifolia, un árbol originario de México, son ampliamente utilizadas en el tratamiento de la diabetes tipo 2. El extracto de las hojas de este árbol tiene una actividad inhibidora de la a-glucosidasa. Varios estudios clinicos evidencia su eficacia