MAPROTILINA EN VADEMECUM

MAPROTILINA

Nota importante

DESCRIPCION

La maprotilina es un fármaco tetracíclico antidepresivo, activo por vía oral, derivado del dibenzo-biciclo-octadieno. Se utiliza para diversos tipos de trastornos depresivos como la depresión unipolar, neurosis depresiva, y la fase depresiva del trastorno bipolar. La maprotilina también es eficaz en el tratamiento de la ansiedad asociada con depresión.

Mecanismo de acción: La maprotilina inhibe selectivamente la recaptación de noradrenalina en la membrana neuronal. La maprotilina comparte muchos de los efectos de los antidepresivos tricíclicos, aunque, a diferencia de otros antidepresivos tricíclicos, la maprotilina no afecta a la recaptación de la serotonina. Recientes evidencias sugieren que la alteración de la producción de las monoaminas observada en los pacientes deprimidos puede regularse por los antidepresivos después de tratamiento a largo plazo debido a su acción sobre los receptores beta adrenérgicos. Esta acción sobre los receptores beta puede ser una explicación mejor que la teoría de la recaptación de sus efectos antidepresivos.

La maprotilina no inhibe la monoamino-oxidasa ni interfiere con la recaptación de dopamina. La maprotilina parece producir sedación en los pacientes deprimidos, disminuye el umbral convulsivo y presenta actividad anticolinérgica. Como consecuencia de la combinación de actividad anticolinérgica y la potenciación de la norepinefrina, la maprotilina puede inducir arritmias cardíacas. El efecto de la maprotilina sobre el sistema endocrino no ha sido evaluada, pero puede ser similar a la de los antidepresivos tricíclicos.

Farmacocinética: Tras la administración oral, maprotilina se absorbe lenta pero completamente desde el tracto gastrointestinal. La concentración plasmática máxima se alcanza a las 8-24 horas. Maprotilina se distribuye ampliamente por todo el cuerpo. El efecto antidepresivo completo puede tardar 2-3 semanas en estabilizarse, pero la concentración plasmática en estado estacionario se alcanza en aproximadamente 7 días. Existe una amplia variabilidad de la respuesta del paciente y la dosis debe ser ajustada para adaptarse a las necesidades individuales. La maprotilina se une un 88% aproximadamente a las proteínas. Como ocurre con otros antidepresivos tricíclicos, los efectos son de larga duración, y maprotilina se puede administrar como una sola dosis diaria.

La maprotilina se metaboliza lentamente en el hígado para producir el desmetil-maprotilina, un metabolito activo, que se sabe que se distribuye en la leche materna. La semi-vida media plasmática de la maprotilina oscila entre 27-58 horas. La maprotilina se excreta principalmente en la orina: aproximadamente el 60% de la dosis se excreta como metabolitos en 3 semanas. Aproximadamente el 30% se excreta por las heces.

INDICACIONES Y POSOLOGIA

Tratamiento de la depresión mayor (incluidos los pacientes con hiperactividad y déficit de atención (TDAH), la esquizofrenia o los trastornos psicóticos, con síntomas depresivos):

Administración oral:

  • Adultos: inicialmente 25 mg por vía oral tres veces al día. Aumentar en 25-50 mg/día a intervalos semanales (o cada 3 días para pacientes hospitalizados), dependiendo de la respuesta y la tolerancia. La dosis habitual de 75-150 mg/día, administrado como dosis única al día al acostarse o dividida en 3 dosis. La dosis máxima es 150 a 225 mg/día.
  • Ancianos: inicialmente 25 mg por vía oral antes de acostarse. Aumentar la dosis de 25 mg/día a intervalos semanales (o cada 3 días para pacientes hospitalizados), dependiendo de la respuesta y la tolerancia. La dosis habitual es de 50-75 mg/día, administrado como dosis única al día al acostarse o dividida en 3 dosis. La dosis máxima es 150 a 225 mg / día PO.
  • Adolescentes y Niños: El uso seguro y eficaz, no ha sido establecida.

Tratamiento de la enuresis en los niños:

Administración oral:

  • Niños y adolescentes 6-14 años de edad: aunque los datos son limitados, se recomiendan inicialmente, 10 mg/día a la hora de acostarse. Aumentar la dosis mediante la adición de 10-25 mg a la dosis diaria a intervalos semanales, dependiendo de la respuesta y la tolerancia. La dosis máxima sugerida es de 75 mg/día, administrado a la hora de acostarse o divididos en 3 dosis. Los efectos adversos parecen ser poco frecuentes cuando se valora a la dosis efectiva más baja.

Límites máximos de dosis:

• Adultos: 150-225 mg / día PO.

• Ancianos: 150-225 mg / día PO.

• Adolescentes: 75 mg / día PO sugerido para la enuresis, los datos son limitados.

• Los niños > 6 años: 75 mg / día PO sugerido para la enuresis, los datos son limitados.

• Niños <6 años: El uso seguro y eficaz, no ha sido establecida.

Pacientes con insuficiencia hepática: no se han publicado directrices específicas para ajustar la dosis en la insuficiencia hepática, pero puede ser necesario un ajuste de la dosis. La maprotilina es metabolizada en el hígado produciendo los metabolitos activos e inactivos, teniendo lugar una circulación enterohepática del fármaco activo y de sus metabolitos

Pacientes con insuficiencia renal: no se han publicado directrices específicas para ajustar la dosis en la insuficiencia renal. Parece que no son necesarios ajustes de las dosis

CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

La maprotilina está estructuralmente relacionada con los antidepresivos tricíclicos, siendo estos conocidos por producir una respuesta alérgica en algunos pacientes. Aunque no parece haber sensibilidad cruzada, se debe tener precaución al cambiar de un antidepresivo a otro cíclico. Se debe considerar un tratamiento alternativo los pacientes con hipersensibilidad a los antidepresivos tricíclicos. Los pacientes alérgicos a los antidepresivos tricíclicos también puede mostrar sensibilidad cruzada a la carbamazepina (es decir, tener precaución en pacientes con hipersensibilidad carbamazepina), ciclobenzaprina, o amoxapina.

La posibilidad de un intento de suicidio es inherente en los pacientes con síntomas depresivos, en particular en la depresión primaria o en asociación con otros trastornos psiquiátricos primarios. Los pacientes con ideación suicida deben ser supervisados ​​de cerca durante el tratamiento inicial con maprotilina.

Con objeto de reducir el riesgo de sobredosis, se debe prescribir la menor cantidad que permita un buen manejo del paciente.

La maprotilina está contraindicada en los pacientes que reciben tratamiento con inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO). La maprotilina no debe utilizarse en combinación con un IMAO, y se debe esperar un mínimo de 14 días después de las interrupción del tratamiento con un IMAO, para permitir la recuperación de la función de la monoaminooxidasa.

Todos los antidepresivos eficaces pueden transformar la depresión a manía o hipomanía en individuos predispuestos (por ejemplo, algunos pacientes con trastorno bipolar). Si un paciente desarrolla síntomas maníacos, maprotilina debe ser retirada, iniciando un tratamiento adecuado para eliminar los síntomas de manía. Igualmente, la maprotilina se debe usare con precaución en pacientes con trastornos psicóticos (por ejemplo, esquizofrenia),debido a que los antidepresivos pueden activar los síntomas psicóticos en algunos individuos.

La maprotilina puede provocar una sedación significativa, sobre todo durante el inicio del tratamiento. Los pacientes deben tener precaución al conducir o utilizar maquinaria hasta que estén conozcan de los efectos de la medicación.

La maprotilina se debe utilizar con precaución en pacientes con antecedentes de alcoholismo o que consuman alcohol u otros medicamentos sedantes, ya los efectos depresores sobre el SNC pueden ser potenciado. Puede ocurrir una disminución de la lucidez mental. Algunos autores han recomendado no utilizar la maprotilina en los ancianos debido a la posibilidad de que el SNC pueda ser afectado. En todo caso, la dosis maprotilina debe ser bien ajustada lentamente y bajo cuidadosa observación, comenzando en el extremo inferior del rango de dosis. Los pacientes geriátricos son particularmente sensibles a los efectos secundarios periféricos y centrales anticolinérgicas de los antidepresivos cíclicos. Algunos pacientes de edad avanzada pueden tener un mayor riesgo de caídas al tomar este medicamento.

La maprotilina está estructuralmente relacionada con los antidepresivos tricíclicos y se debe utilizar con precaución en pacientes con una enfermedad cardíaca (por ejemplo, insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio), debido a las alteraciones del ECG o del ritmo cardíaco que pueden ocurrir. Aunque el riesgo de eventos adversos cardiovasculares es mayor después de una sobredosis aguda, los pacientes con enfermedades cardiovasculares deben ser estrechamente vigilados mediante electrocardiogramas y exámenes clínicos periódicos. Ocasionalmente, la maprotilina puede causar hipotensión ortostática, especialmente al comenzar un tratamiento. No se debe administrar maprotilina a pacientes con prolongación del intervalo QT o antecedentes familiares de síndromes de QT largo o en aquellos pacientes con trastornos de la conducción cardíaca (por ejemplo, arritmias cardíacas, bloqueo AV, etc.). Muchos de los efectos adversos cardiovasculares están asociadas con el uso de fármacos antidepresivos cíclicos, que pueden conducir a un colapso cardíaco y muerte súbita. La maprotilina no debe administrarse a pacientes que están en la fase aguda de recuperación después de un infarto agudo de miocardio.

Los efectos anticolinérgicos limitan el uso de la maprotilina en pacientes con disminución de la motilidad gastrointestinal. Los antidepresivos tricíclicos pueden inducir o exacerbar una hernia de hiato y pueden provocar íleo paralítico o estreñimiento.

Los pacientes con presión intraocular elevada o glaucoma de ángulo cerrado, hipertrofia prostática benigna, enfermedad gastrointestinal, enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) o retención urinaria deben ser tratados con precaución debido a la actividad anticolinérgica de la maprotilina. Además, los efectos anticolinérgicos de maprotilina pueden ser aditivos con otros medicamentos con el mismo efecto. Los efectos anticolinérgicos aparecen con mayor frecuencia y causan la mayor morbilidad en los pacientes geriátricos.

Los efectos anticolinérgicos de maprotilina pueden aumentar la incomodidad del uso de lentes de lentes de contacto. La midriasis, trastornos de acomodación, y los ojos secos puede contribuir a una visión borrosa y la intolerancia de la lente. Pueden ser necesarias gotas lubricantes.

Después de la terapia prolongada, la interrupción brusca de los antidepresivos cíclicos maprotilina u otros deben ser evitados, ya que podría precipitar unos síntomas de rebote colinérgico, tales como náuseas, vómitos o diarrea.

La maprotilina se debe utilizar con extrema precaución en pacientes con trastornos convulsivos preexistentes porque este medicamento puede disminuir el umbral convulsivo. Si se presentan convulsiones durante el tratamiento, entonces se debe suspender la maprotilina.

La maprotilina se debe utilizar con precaución en pacientes con enfermedad de Parkinson, aunque los antidepresivos cíclicos rara vez pueden inducir o empeorar los síntomas extrapiramidales. Adicionalmente, pueden producirse movimientos involuntarios, similares a los que se observan en discinesia tardía.

Los pacientes con depresión respiratoria deben tratarse con precaución con antidepresivos cíclicos debido a los efectos depresores sobre el SNC de esta clase de medicamentos. El asma puede ser agravada por la administración de antidepresivos tricíclicos a pacientes asmáticos

El tratamiento con maprotilina debe suspenderse varios días antes de la cirugía debido al riesgo de crisis hipertensivas.

En raras ocasiones han sido reportadas agranulocitosis, trombocitopenia, eosinofilia, leucopenia, púrpura con los antidepresivos cíclicos. Cualquier paciente con síntomas de discrasia sanguínea (dolor de garganta, fiebre, hematomas, etc) deben someterse a estudios de laboratorio realizados inmediatamente, iniciando el tratamiento adecuado. La maprotilina se debe usar con precaución en pacientes con historial de enfermedad hematológica.

Las maprotilina se debe utilizar con precaución en pacientes con enfermedad hepática. Los antidepresivos tricíclicos pueden provocar hepatitis e ictericia, que son reversibles con la suspensión de los mismos. En raras ocasiones se han producido insuficiencia hepática y la muerte cuando los antidepresivos cíclicos no han sido retirados a tiempo. Se recomiendan llevar a cabo pruebas de la función hepática y el fármaco debe ser discontinuado si existe una elevación persistente de las enzimas. El metabolismo de los antidepresivos tricíclicos puede estar alterados en pacientes con insuficiencia hepática.

Los pacientes pueden ser más propensos a las quemaduras solares durante el tratamiento con maprotilina. Se deben tomar las debidas precauciones antes de que la exposición a la luz del sol, como usar ropa de manga larga y un sombrero, y el uso de protectores solares.

La maprotilina se debe utilizar con precaución en pacientes que tienen hipertiroidismo o están siendo tratados con fármacos antitiroideos. El uso concomitante con fármacos para la tiroides pueden producir arritmias cardíacas, mientras que un hipotiroidismo no tratado puede condicionar una respuesta adecuada a la terapia antidepresiva.

La maprotilina puede aumentar las concentraciones de glucosa en la sangre debido a su efecto sobre el sistema endocrino, por lo que se debe utilizar con precaución en pacientes con diabetes mellitus.

Son necesarias precauciones cuando un paciente bajo maprotilina sea tratado con un contraste radiológico. La administración de metrizamida a pacientes tratados con antidepresivos tricíclicos pueden aumentar el riesgo de sufrir convulsiones. Debe interrumpirse el tratamiento 48 horas antes, y no reiniciándose el mismo hasta 24 horas después de la mielografía.

 

No se recomiendan los antidepresivos cíclicos durante el embarazo, a menos que los posibles beneficios superan los riesgos. Han publicado informes vinculando el uso de la maprotilina con defectos congénitos. Los estudios en animales no han demostrado efectos teratogénicos, carcinogénicos, mutagénicos o alteración de la fertilidad.

Los riesgos y beneficios de la lactancia materna se debe sopesar cuidadosamente si maprotilina se administra a la madre debido a que el fármaco se excreta en la leche materna. Los antidepresivos cíclicos son clasificados por la Academia Americana de Pediatría como fármacos cuyo efecto sobre el lactante no se conoce, pero puede ser motivo de preocupación, sobre todo con la exposición prolongada.

 
 

En general no se recomienda el uso de maprotilina en niños. La maprotilina, como todos antidepresivos tricíclicos se debe utilizar con precaución en niños y adolescentes con una historia familiar de enfermedad del corazón, o en los niños que están tomando concomitantemente otros medicamentos que afecten el sistema cardiovascular. Se han reportado prolongación del intervalo QTc, taquicardia y otros efectos secundarios en niños que han tomado antidepresivos cíclicos, si bien es escaso el números de muertes debido a los efectos secundarios cardiovasculares. Se recomienda la monitorización cardiovascular de rutina en los niños que reciben antidepresivos tricíclicos, debido al potencial de estos agentes para producir efectos cardíacos adversos.

 

 
 

INTERACCIONES

Los barbitúricos y la carbamazepina inducen las enzimas microsomales de hígado y aumentan el metabolismo de los antidepresivos tricíclicos. Las concentraciones plasmáticas de los antidepresivos tricíclicos se reducen y pueden requerir una mayor dosis para lograr efectos terapéuticos equivalentes. Además, los antidepresivos tricíclicos pueden disminuir el umbral convulsivo. El uso concomitante con anticonvulsivantes con antidepresivos tricíclico puede requerir una mayor concentración de los primeros para lograr efectos equivalentes.

La cimetidina puede inhibir el aclaramiento de los antidepresivos tricíclicos, lo que resulta en niveles plasmáticos elevados de los antidepresivos. En algunos casos, se han observado síntomas clínicos de toxicidad. Los pacientes deben ser monitorizados para detectar la toxicidad de antidepresivos tricíclicos, si se añade la cimetidina. No parece que los otros antagonistas del receptor H2 afecten a la farmacocinética de los antidepresivos tricíclicos.

Puede ocurrir una interacción potencialmente grave entre la clonidina y los antidepresivos tricíclicos (se han comunicado en el caso de la desipramina y la imipramina). La administración de antidepresivos tricíclicos a pacientes hipertensos estabilizados con clonidina puede conducir una hipertensión, especialmente durante la segunda semana de tratamiento con antidepresivos tricíclicos. A menudo, la hipertensión se produce en los primeros días de tratamiento.

El guanabenz y la guanfacina poseen un mecanismo de acción similar a la clonidina, aunque la relación de afinidad alpha2/alpha1 es mucho mayor para guanfacina que los otros dos (el agonismo de los receptores alfa-2 reduce la presión arterial, mientras que el agonismo de los receptores alfa-1 aumenta la presión arterial.) A pesar de la ausencia de informes, los médicos deben asumir que existe la posibilidad de una respuesta hipertensiva similar si los antidepresivos tricíclicos se añade a los pacientes estabilizados con guanabenz o guanfacina.

El riesgo de desarrollar arritmias cardíacas aumenta cuando se consume cocaína por pacientes que reciben antidepresivos tricíclicos.

Existen datos limitados que sugieren que los antidepresivos tricíclicos usados concomitantemente con disulfiram pueden producir delirio transitorio. Esto ha sido reportado con amitriptilina. Se han observado interacciones farmacocinéticas entre el disulfiram e imipramina y disulfiram y desipramina (metabolito de la imipramina), pero la importancia clínica de estos datos son inciertos. El disulfiram se sabe que inhibe el citocromo isoenzimas CYP2C9, la enzima responsable del metabolismo de la amitriptilina y la imipramina.

La entacapona, el etanol, los ansiolíticos, sedantes e hipnóticos, o depresores del SNC se deben combinar con precaución con la maprotilina, debido a que se podrían originar efectos depresores aditivos, una posible depresión respiratoria e hipotensión. Los antidepresivos tricíclicos (con la excepción de la doxepina <150 mg / día) bloquean la absorción de guanadrel, guanetidina, metildopa y la noradrenalina en las neuronas, evitando que el esperado efecto antihipertensivo. Los efectos antihipertensivos de los alcaloides de Rauwolfia reserpina y otros también pueden disminuir en presencia de los antidepresivos tricíclicos.

La actividad antimuscarínica de los antidepresivos tricíclicos pueden disminuir la motilidad gástrica, y una disminución de la biodisponibilidad de la levodopa. Adicionalmente, se ha observado una hipertensión grave en un número limitado de pacientes que recibieron levodopa en combinación con un antidepresivo tricíclico.

La respuesta presora a la infusión de noradrenalina es muy exagerada en los pacientes que actualmente reciben antidepresivos tricíclicos. Algunos estudios sugieren que los antidepresivos tricíclicos potencian los efectos farmacológicos de los simpaticomiméticos de acción directa (por ejemplo, la epinefrina y norepinefrina), pero disminuyen la respuesta presora a la acción indirecta simpaticomiméticos (por ejemplo, anfetaminas). Por lo tanto, debe evitarse siempre que sea posible el uso concomitante de antidepresivos tricíclicos con otros simpaticomiméticos (por ejemplo, isoproterenol, o fenilefrina). Los médicos deben asumir que los efectos presores de los vasoconstrictores nasales y los utilizados en oftalmología (por ejemplo, nafazolina, oximetazolina, fenilefrina, o xilometazolina) pueden ser potenciados por los antidepresivos tricíclicos.

El metilfenidato inhibe el metabolismo de la imipramina in vitro: sin embargo, la importancia clínica de esta interacción en el caso de la maprotilina es desconocida.

Según el antidepresivo tricíclico específico, se pueden observar efectos anticolinérgicos aditivos cuando se utilizan concomitantemente con otros antimuscarínicos. Los siguientes medicamentos poseen propiedades antimuscarínicas y deben utilizarse con precaución: atropina y otros antimuscarínicos similares, algunos bloqueantes H1 (por ejemplo, carbinoxamina, clemastina, difenhidramina, prometazina, trimeprazina), algunas fenotiazinas (por ejemplo, la mesoridazina, promazina, tioridazina, triflupromazina), algunos antidepresivos tricíclicos (por ejemplo, amitriptilina, amoxapina, clomipramina, protriptilina) y otros fármacos con importantes propiedades antimuscarínicos como la clozapina, ciclobenzaprina, y disopiramida. Otros fármacos con menor actividad anticolinérgicas son: amantadina, bupropion, la clorpromazina, doxepina, imipramina, maprotilina, nortriptilina, procainamida, y trimipramina.

Los clínicos deben tener en cuenta que los efectos antimuscarínicos puede ser observados no sólo en el músculo liso gastrointestinal, sino que también afectan la vejiga, el ojo, y la regulación de la temperatura.

Además de somnolencia aditiva, la combinación de antidepresivos tricíclicos con agonistas opiáceos puede conducir a efectos aditivos sobre la motilidad intestinal o de la vejiga.

El uso concomitante de inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) (por ejemplo, furazolidona, linezolid, fenelzina, procarbazina, selegilina, tranilcipromina) con maprotilina puede provocar hiperpirexia, hipertensión, o convulsiones.

Se han reportado interacciones farmacocinéticas entre los antidepresivos tricíclicos y algunos de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), especialmente la fluoxetina, la fluvoxamina y sertralina. Los ISRS pueden inhibir las isoenzimas del citocromo P-450 incluyendo la CYP2D6, la isoenzima responsable del metabolismo de muchos de los antidepresivos tricíclicos. Esta isoenzima es más afectada por la fluoxetina y menos por la sertralina. Los pacientes que reciben antidepresivos tricíclicos deben ser estrechamente vigilados si se añade al tratamiento un ISRS tipo. Los médicos deben tener especial cuidado en pacientes que han recibido fluoxetina debido a la eliminación muy larga vida media de su metabolito, norfluoxetina (7-9 días).

Un estudio limitado afirma que pequeñas dosis de la hormona tiroidea acelera el inicio de la acción de los antidepresivos tricíclicos y se han publicado varios casos de toxicidad cardiovascular como resultado de esta combinación de estos fármacos. Aunque esta combinación de fármacos parece ser seguro, los médicos deben ser conscientes de la posibilidad remota de exagerado los efectos secundarios cardiovasculares, como arritmias y estimulación del SNC.

Los datos en animales indican que algunos antidepresivos tricíclicos (amitriptilina, nortriptilina) puede inhibir el metabolismo de la warfarina; sin embargo, los datos clínicos son muy limitados. En un importante estudio de las interacciones medicamentosas de la warfarina publicado en 1994, no se incluyen los antidepresivos tricíclicos como un agente causal. Parece ser que la warfarina puede ser utilizado con seguridad en pacientes que toman antidepresivos tricíclicos.

La cisaprida está contraindicado en pacientes que reciben fármacos que produzcan prolongación del intervalo QT, tales como antidepresivos cíclicos, la maprotilina y otros. Por otra parte, la acción de los antidepresivos cíclicos antimuscarínicos pueden interferir con los efectos terapéuticos de otros agentes procinéticos como la eritromicina (cuando se utiliza para mejorar la motilidad GI) o la metoclopramida.

Se debe evitar el uso concomitante de maprotilina y el trióxido de arsénico, debido a un mayor riesgo de prolongación del intervalo QT.

La maprotilina puede antagonizar algunos de los efectos de parasimpaticomiméticos, como el betanecol o inhibidores de la colinesterasa como la neostigmina. Sin embargo, el betanecol se ha utilizado terapéuticamente para contrarrestar algunos de los efectos adversos antimuscarínicos de antidepresivos cíclicos.

 

 

El kava kava, y la Valeriana officinalis pueden producir interacciones farmacodinámicas como resultado de mecanismos de acción aditivos.

 

 
  REACCIONES ADVERSAS

Aunque técnicamente la maprotilina no es un antidepresivo tricíclico, se considera que posee unas reacciones adversas similares a las de estos fármacos. Pueden resultar una amplia de efectos secundarios cardiovasculares por el uso de los antidepresivos tricíclicos, debido a su acción directa como la quinidina, a sus propiedades anticolinérgicas potentes, y su capacidad para potenciar la norepinefrina. Pueden producirse hipotensión, taquicardia ventricular, palpitaciones, hipertensión, e hipotensión ortostática, con la posibilidad de que se produzcan reacciones más graves, tales como infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca congestiva o ataque cerebral. La imipramina y posiblemente otros antidepresivos tricíclicos, pueden causar la prolongación del intervalo PR y la prolongación del intervalo QT. Además se sabe que la imipramina y la nortriptilina prolongan el intervalo QRS. La respuesta cardiovascular a los antidepresivos tricíclicos depende del agente y de la dosis. Mientras que los antidepresivos tricíclicos son proarrítmicos tras sobredosis agudas, a las dosis terapéuticas, sus acciones en el sistema de conducción del corazón puede variar. La imipramina ha sido utilizada terapéuticamente por su efecto antiarrítmico. A pesar de que la maprotilina se incluye entre los fármacos que producen torsade de pointes, este puede ser un acontecimiento relativamente raro, sobre todo a dosis terapéuticas.

La respuesta cardiovascular a los antidepresivos tricíclicos es variada, y los pacientes con mayor riesgo tienen enfermedad cardiovascular preexistente.

La somnolencia es la reacción adversa más frecuente sobre el sistema nervioso central (SNC). La sedación puede ser un efecto deseable si el antidepresivo tricíclico se administra al acostarse, lo que reduce al mínimo la somnolencia y la sedación durante el día. Generalmente, los mareos se deben a la hipotensión ortostática y se pueden reducir haciendo que el paciente se ponga de pie más lentamente.

Algunos pacientes pueden experimentar excitación y ansiedad. La confusión es más evidente en las personas mayores. Las reacciones adversas sobre en el sistema nervioso periférico son similares a las que ocurren durante el tratamiento con antidepresivos tricíclicos.

El temblor puede ser resultado del bloque de la recaptación de noradrenalina. En raras ocasiones, pueden producirse síntomas extrapiramidales r tanto en pacientes jóvenes y ancianos. El seudoparkinsonismo es más probable que ocurra en las personas mayores, especialmente si reciben dosis altas.

Se han observado convulsiones y cambios en el EEG se han observado con mayor frecuencia en niños que en adultos durante el tratamiento con antidepresivos tricíclicos. Los pacientes que tienen una historia de epilepsia pueden requerir una mayor concentración de sus anticonvulsivantes para mantener el control de las convulsiones.

Las manifestaciones oculares de las acciones de los antidepresivos tricíclicos anticolinérgicos incluyen la visión borrosa debido a la cicloplejía, midriasis, y la presión intraocular elevada. La hipertensión ocular puede precipitar una crisis en pacientes con glaucoma de ángulo cerrado. Se aconseja un examen oftalmológico en los pacientes que experimentan alteraciones de la visión.

Las manifestaciones gastrointestinales de la actividad anticolinérgica de los antidepresivos tricíclicos incluyen la boca seca (xerostomía), estreñimiento, retención urinaria, íleo paralítico, dolor o calambres abdominales, náuseas/vómitos, anorexia, diarrea e ictericia. El estreñimiento es más comúnmente observados en pacientes de edad avanzada. Si estos síntomas se agravan, puede ser necesaria la retirada del fármaco.

Las reacciones alérgicas a los antidepresivos tricíclicos pueden incluir fotosensibilidad, vasculitis, eritema, urticaria, fiebre, y prurito. La fiebre también puede indicar una discrasia sanguínea. Los efectos de los antidepresivos tricíclicos en el sistema endocrino pueden resultar en disfunción sexual, incluyendo la disminución de la libido, impotencia, inflamación testicular, aumento de las mamas y galactorrea en las mujeres, o ginecomastia en varones .También se ha reportado el síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética (SIADH) ha sido reportado. La maprotilina puede alterar el metabolismo de la glucosa puede ser alterado: los pacientes con diabetes mellitus deben ser debidamente controlados.

 
 

PRESENTACIONES

Ludiomil®: Maprotilina comp. 25, 50 y 75 mg

Maprotilina Ratiopharm: Maprotilina comp. 25, 50 y 75 mg.

 

 
 

REFERENCIAS

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  Monografía revisada el 1 de febrero de 2012. Equipo de Redacción de IQB. Equipo de redacción de IQB (Centro colaborador de La Administración Nacional de Medicamentos, alimentos y Tecnología Médica -ANMAT - Argentina).
 
 
 
 

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