BETAMETASONA EN VADEMECUM IQB
 

BETAMETASONA
 
Nota importante

DESCRIPCION

La betametasona y sus derivados, el fósfato sódico de betametasona y el acetato de betametasona, son glucocorticoides sintéticos que se utilizan como agentes inmunosupresores y anti-inflamatorios. Este fármaco tiene una pequeña actividad mineralcorticoide y se debe utilizar con un mineralcorticoide en el tratamiento de la insuficiencia adrenal. Los derivados tópicos de este corticoide, el benzoato de betametasona, el dipropionato de betametasona y el valerato de betametasona se utilizan como anti-inflamatorios en el tratamiento de dermatosis que responden a los corticoides.

Mecanismo de acción: las dosis farmacológicas de betametasona reducen la inflamación al inhibir la liberación de las hidrolasas ácidas de los leucocitos, previniendo la acumulación de macrófagos en los lugares infectados, interfiriendo con la adhesión leucocitaria a las paredes de los capilares y reduciendo la permeabilidad de la membrana de los capilares, lo que ocasiona una reducción del edema. Además, la betametasona reduce la concentración de los componentes del complemento, inhibiendo la liberación de histamina y cininas, e interfiere con la formación de tejido fibroso. Los efectos anti-inflamatorios de los corticoides en general se deben a sus efectos sobre las lipocortinas, unas proteínas inhibidoras de la fosfolipasa A2. Las lipocortinas controlan la síntesis de potentes mediadores de la inflamación como los leucotrienos y las prostaglandinas, al actuar inhibiendo la síntesis de su procursor, el ácido araquidónico.

La actividad inmunosupresora de los corticoides se debe a que alteran la función del sistema linfático, reduciendo las concentraciones de inmunoglobulinas y del complemento, inhibiendo el transporte de los inmunocomplejos a través de las membranas capilares, reduciendo el número de linfocitos e interfiriendo con las reacciones de antígeno-anticuerpo.

Farmacocinética: la betametasona se administra por vía oral, mientras que el fosfato sódico de betametanosa se puede administrar por vía intravenosa, intramuscular, intrasinovial, intraarticular o intralesional. La suspensión de betametasona fosfato y betametasona acetato, se puede administrar por vía intramuscular y por infiltración en los lugares deseados. Las preparaciones tópicas se administran colocando una fina capa de producto en el área afectado con un suave masaje, pudiendose emplear o no vendajes oclusivos. También hay preparados oftámicos, espumas en aerosol, y gotas intranasales.

Después de su administración oral, la betametasona se absorbe rápidamente. Los máximos niveles plasmáticos después de una dosis oral son alcanzados a las 1-2 horas.

El comienzo y la duración de la acción de las suspensiones de betametasona dependen de la vía de administración (intramuscular, intraarticular, etc) y de la irrigación sanguínea del lugar en el que se ha realizado la infiltración. Por ejemplo, después de la administración intraarticular, el fármaco pasa lentamente a la circulación general. La absorción de la betametasona a través de la piel depende de la integridad de la misma en el lugar de la aplicación y del área de la aplicación. Aumenta cuando la piel se encuentra lesionada, inflamada o cuando se administra mediante vendaje oclusivo y también es mayor en las zomas en las que el estrato córneo es más fino como en las párpados, los genitales o la cara. La absorción sistémica después de una aplicación tópica es pequeña por regla general, pero aumenta en las mucosas, en particular, en la mucosa oral.

La betametasona administrada sistémicamente se distribuye rápidamente en los riñones, intestinos, piel, hígado y músculos. El fármaco se une débilmente a las proteínas del plasma, siendo activa solamente la parte no unida a dichas proteínas. Los corticoides en general, y la por tanto la betametasona, atraviesan la barrera placentaria y se excretan en la leche humana. La betametasona tópica es metabolizada localmente en la piel, mientras que la betametasona sistémica es metabolizada en el hígado, produciéndose metabolitos inactivos. Estos, conjuntamente con una pequeña cantidad de fármaco si metabolizar son excretados en la orina. La semi-vida biológica de la betametasona es de unas 35 a 54 horas.

INDICACIONES Y POSOLOGIA

La siguiente tabla muestra, de forma aproximada la equivalencia farmacológica de los diferentes glucocorticoides.

Corticoide
Dosis equivalente
Cortisona
25 mg
Hidrocortisona
20 mg
Prednisone
5 mg
Metilprednisolona
4 mg
Triamcinolona
4 mg
Dexametasona
0.75 mg
Betametasona
0.6 mg

Profilaxis de la formación de membranas hialias en los niños prematuros

Adminuistración intramuscular:

  • Adultos y niños: 6 mg de betametasona (fosfato sódico) + 6 mg de betametasona (acetato) por vía i.m. una vez al día a la madre 2 o 3 días antes del parto

Tratamiento de la enfermedad injerto frente a huesped:

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m. Las dosis suelen ser de un tercio a un medio las dosis orales normales, administradas cada 12 horas

Tratamiento de la tiroiditis no supurativa:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamento de las exacerbaciones agudas a la esclerosis múltiple:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento paliativo de las leucemias agudas, de los linformas, enfermedad de Hodgkin y mieloma múltiple:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente.

Mantenimiento en casos de carditis reumática, polimiositis, lupus eritematosos sistémico, poliarteritis nudosa, enfermedades mixtas del tejido conjuntivo o vasculitis:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente.

Tratamiento de enfermedades oftálmicas que responden a los corticoides (conjuntivitis alérgica, inflamación del segmento anterior, corioretinitis, conjuntivitis, endoftalmitis, oftalmopatía de Graves, iritis, queratitis, uveitis, etc):

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de la sarcoidosis sintomática o de la hipercalcemia asociada al cáncer o a la sarcoidosis:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de las enfermedades respiratorias inflamatorias incluyendo neumonitis por asìración, beriliosis, asma bronquial, EPOC, síndrome de Loeffler y edemas pulmonar no cardiogénico:

(en las manifestaciones severas, la betametasona se debe administrar inicialmente por vía parenteral)

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral .

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de desórdenes alérgicos incluyendo choques anafilácticos, angioedema, u otras manifestaciones alérgicas graves:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de las reacciones de urticaria después de las transfusiones:

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de la insuficiencia adrenocortical:

Administración intramuscular:

  • Adultos: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral
  • Niños: 17.5 µg/kg 500 µg/m2 por vía i.m. en administrados en tres veces cada tres días. Alternativamente, la mitad de esta dosis una vez al día

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de la enfermedad de Addison o del síndrome adrenocortical:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas.
  • Niños: 17.5 µg/kg 500 µg/m2 por vía i.m. en administrados en tres veces cada tres días. Alternativamente, la mitad de esta dosis una vez al día.

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de enfermedades hematológicas incluyendo la púrpura trombocitopénica idiopática, anemia hemolítica, eritroblastopenia, anemia hipoplásica congénita:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Tratamiento de la tuberculosis conjuntamente con un fármaco antituberculoso apropiado:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg PO daily, given as a single dose or in divided doses.
  • Niños: 62.5-250 µg/kg PO or 1.875-7.5 mg/m2 PO daily, given in 3 or 4 divided doses.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg IM daily. Dose range is one third to one half the normal oral dose given every 12 hours.

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de la meningitis tuberculosa en combinaciòn con un fármaco antituberculoso apropiado:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de la triquinossis con afectación neurológica o cardíaca:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento del síndrome del intestino irritable (incluyendo la enferemdad de Crohn y la colitis ulcerosa:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Inducción de la diuresis o remisión de la proteinuria en el síndrome nefrótico:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente.

Tratamiento de pólipos nasales:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Tratamiento de casos graves de miastenia grave:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Tratamiento de enfermedades reumáticas espondilitis anquilosante, artritis reumática juvenil, osteoartritis, policondritis, etc):

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración Intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Intrasinovial o intra-articular:

  • Adultos y niños: 1.5-12 mg (equivalentes a0.25-2 ml) en el lugar adecuado, Las dosis oscilan según el tamaño de la articulacion: articulaciones muy grandes (cadera): 1-2 ml/dosis; articulaciones grandes (p.ej., rodilla, hombro): 1 ml/dosis. articulaciones medias (p.ej., codo, muñeca): 0.5-1 ml/dosis; articulaciones pequeñas (metacarpofalángeas, interfalángeas, etc): 0.25-0.5 ml/dosis

Administración intra-articular:

  • Adultos: las dosis dependen del grado de inflamación y de la localización del área afectada.

Tratamiento de exacerbaciones agudas de inflamaciones no reumáticas (bursitis, epicondilitis, tenosinovitis inespecífica):

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarios hasta 9 mg/día por vía i.v. o i.m. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según la respuesta del paciente

Administración intrasinovial o intra-articular:

  • Adultos y niños: 0.25-0.5 ml/dosis en el lugar apropiado

Administración intra-articular:

  • Adultos: pueden utilizarse dosis de hasta 9 mg. Las dosis dependerán del grado de inflamación y del tamaño y localización de las áreas afectadas

Tratamiento de la psoriasis severa o de otras dermatosis inflamatorias graves:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en una dosis única o en varias dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/dia (o 1.875-7.5 mg/m2/día) por vía oral, divididos en 3 o 4 veces.

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por vía i.m divididos en dos administraciones, una cada 12 horas. Estas dosis son de un tercio a un medio las dosis normales por vía oral

Administración intradérmica o intralesional:

  • Adultos y niños: 1.2 mg (0.2 ml)/cm2, intradérmicamente, hasta 6 mg (1 ml) a intervalos de una semana.

Administración intralesional:

  • Adultos: pueden utilizarse dosis de hasta 9 mg. Las dosis dependerán del grado de inflamación y del tamaño y localización de las áreas afectadas.

Tratamiento de las manifestaciones de las dermatosis del cuero cabelludo (p.e. psoriasis):

Administración tópica:

  • Adultos: aplicar crema o unguento de betametasona al 0.12% dos veces diaria, por la mañana y por la noche

Tratamiento de la dermatitis atópica, dermatisis herpetiforme, dermatitis de contacto, dermatitis exfoliativa, micosis fungoide, pénfigo, dermatitis seborreica severa o síndrome de Stevens-Johnson:

Administración oral:

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/día p.os en una sola dosis o en dosis divididas
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/día p.ps (1.875-7.5 mg/m2/día) administrados en 3 o 4 veces

Administración intramuscular:

  • Adultos y niños: 0.5-9 mg/día por inyección i.m. Las dosis por esta vía son de un tercio a un medio de las dosis orales normales. Se administran cada 12 horas

Administración Intramuscular o intravenosa:

  • Adultos: pueden ser necesarias dosis de hasta 9 mg por vía i.v. o i.m al día. Las dosis de mantenimiento se deberán reajustar de acuerdo con la respuesta del paciente

Administración intradérmica o intralesional :

  • Adultos y niños: 1.2 mg/m2, intradérmicamente aintervalos de una semana. Las dosis se pueden aumentar hasta los 6 mg totales

Tratamiento de la alopecia areata, lupus eritematoso discoide, granuloma anular, queloides, liquen plano, liquen simple, necrobiosis lipoídica diabética, prurito o urticaria:

Administración tópica

  • Adultos y niños: aplicar una fina capa de crema o unguento al 0.025-0.1% (expresado en base)sobre el área afectada 2 a 4 veces al día

Administración intralesional

  • Adultos: pueden utilizarse hasta 9 mg. Las dosis dependerán del grado de inflamación y del tamaño y localización del área afectada

Tratamiento del eczema severo:

Administración oral

  • Adultos: 0.6-7.2 mg/dia p.os en forma de una dosis única o dividida en varias administraciones
  • Niños: 62.5-250 µg/kg/día p.os (o 1.875-7.5 mg/m2/dia) administrados en 3 o 4 veces

No se han publicado directrices específicas sobre los reajustes en la dosis en los pacientes con disfunción renal. Como regla general, parece ser que tales reajustes no son necesarios.

 

 

 

 

 

 

 

CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

La betametasona tópica se debe administrar con precaución en sujetos con una pobre circulación de la piel debido al riesgo de ulceraciones cutáneas. Debido al efecto inhibidor de la cicatrización de los corticosteroides, la betametasona no se debe utilizar en áreas en las que existan extensas abrasiones de la piel.

Aunque el fabricante indica que la betametasona no se debe utilizar en las infecciones fúngicas, muchos clínicos creen que los corticosteroides sistémicos pueden ser administrados a estos pacientes siempre y cuando se administre al tiempo una terapia antimicótica apropiada. Los corticosteroides pueden enmascarar los síntomas de una infección y no se deben utilizar en casos de infecciones víricas o bacterianas que no estén controladas adecuadamente. Son frecuentes las infecciones secundarias durante el tratamiento con corticosteroides sistémicos. Los corticosteroides sistémicos pueden reactivar la tuberculosis y no se deben utilizar en pacientes con historia de esta enfermedad, excepto cuando se instaura al mismo tiempo un tratamiento antituberculoso.

Los pacientes tratados con dosis inmunosupresoras de corticoides deben ser advertidos del riesgo de contagio si se exponen al contacto con personas que tengan varicela o rubeóla y de que estas enfermedades pueden ser en ellos muy graves e incluso fatales.

Los niños que deban ser tratados con corticosteroides sistémicos deben ser previamente vacunados de la varicela y se deben verificar los niveles de anticuerpos antes de iniciar cualquier tratamiento. Los pacientes deben ser instruídos para que notifiquen inmediatamente a su médico cualquier signo o síntoma de infección durante el tratamiento con betametasona sistémica y durante los 12 meses siguientes a la interrupción del tratamiento.

Los corticosteroides sistémicos se deben evitar en los pacientes con infecciones activas por herpes.

Durante un tratamiento con corticoisteroides sistémicos los pacientes deben llevar siempre consigo tarjetas de identificación en las que se describan el tratamiento corticosteroides utilizado durante los últimos 12 meses y el estado de la enfermedad para la que se utilizaron. En el caso de una intervención quirúrgica, los pacientes deben advertir al cirujano si reciben o han recibido tratamiento corticoide en los últimos 12 meses.

Los glucocorticoides sistémicos pueden agravar o producir el síndrome de Cushing y por lo tanto se deben evitar en estos pacientes.

El tratamiento con corticosteroides sistémicos ha sido asociado con roturas de la pared ventricular en pacientes con infartos de miocardio recientes, por lo que el tratamiento con betametasona en estos pacientes se llevará a cabo con extrema precaución. Como los corticosteroides sistémicos producen edema y aumento de peso, los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva e hipertensión pueden experimentar un empeoramiento de su condición.

Algunas enfermedades como las enfermedades hepáticas o el hipotiroidismo pueden mostrar una respuesta exagerada a un tratamiento corticoisteroide.

La administración prolongada de corticosteroides puede producir una atrofia de la matriz ósea acompañada de un retraso en la cicatrización de heridas, pérdida de masa muscular y dolor o debilidad muscular, todos ellos efectos de un catabolismo proteico. La atrofia de la matriz ósea puede llegar a producir osteoporosis, fracturas vertebrales de compresión y fracturas de los huesos largos. Por este motivo, los corticosteroides deben ser utilizados con precaución en ancianos y mujeres postmenopaúsicas que son especialmente susceptibles a estas lesiones.

Los glucocorticoides sistémicos pueden reducir la tolerancia a la glucosa y producir hiperglucemia e inducir o agravar la diabetes mellitus. Estos efectos pueden ser especialmente importantes en sujetos predispuestos a la diabetes, siendo necesario un aumento de las dosis de antidiabéticos orales o de insulina y cambios en la dieta sí se administran corticosteroides a estos pacientes.

Los corticosteroides administrados por via oral ocasionan una irritación gastrointestinal y se deben utilizar con precaución en los pacientes con enfermedades del tracto digestivo, diverticulitis, colitis ulcerosa o anastomosis intestinales. Aunque los corticosteroides se utilizan en el tratamiento de las exacerbaciones de las enfermedades inflamatorias crónicas intestinales tales como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, este tratamiento no se utilizará si existe el riesgo de perforación intestinal o de abscesos o infecciones. Tampoco se deben utilizar los corticosteroides en pacientes con úlceras pépticas, salvo en casos extremos.

Los corticosteroides sistémicos se deben utilizar con grandes precauciones en pacientes psicóticos, con inestabilidad emocional, enfermedad renal o epilepsia, dado que pueden empeorar estas condiciones. De igual forma, se utilizarán con precaución en casos de miastenia grave, en particular si los pacientes han recibido un tratamiento con fármacos anticolinesterásicos.

En raras ocasiones, los corticosteroides pueden aumentar la coagulabilidad de la sangre. Los pacientes tratados con heparina o warfarina pueden experimentar una pérdida parcial del efecto clínico. Por otra parte, la irritación gastrointestinal provocada por los corticosteroides puede aumentar el riesgo de hemorragias en pacientes anticoagulados, por lo que los pacientes bajo heparina o warfarina deberán ser vigilados se se instaura un tratamiento con betametasona

Los corticosteroides se deben utilizar con precaución en los pacientes con glaucoma o otras alteraciones visuales. Se sabe que los corticosteroides ocasionan cataratas y pueden exacerbar el glaucoma. Además, los corticosteroides pueden favorecer el desarrollo de infecciones oculares víricas y bacteriológicas. Se recomiendan, por tanto, frecuentes exámenes oftalmológicos en los pacientes tratados con betametasona durante períodos largos.

 

 

Clasificación de la FDA de riesgo en el embarazo

La betametasona está incluída dentro de la categoría C de riesgo en el embarazo. Se han comunicado abortos prematuros y malformaciones, en particular fisura palatina, en pacientes que recibieron corticosteroides durante el embarazo, por lo que la utilización de corticosteroides durante el embarazo debe de ser discutida con el paciente. Los neonatos nacidos de mujeres tratadas con corticosteroides sistémicos durante el embarazo deben ser estudiados para detectar posibles signos de insuficiencia adrenal y, si fuese necesario, se debe instaurar un tratamiento adecuado.

Los corticosteroides se excretan en la leche humana y se suele recomendar que se utilice la lactancia artificial en los casos de mujeres bajo tratamiento corticoide que no puedan abandonar el mismo

 

 
 

Se debe evitar el tratamiento con corticosteriores en los niños dado que estos fármacos retrasan el crecimiento. Además, los niños tratados con corticosteroides sistémicos se encuentran inmunodeprimidos y son más susceptibles a las infeciones. Infecciones que suelen ser comunes e inocuas normalmente pueden hacerse fatales en niños tratados con corticosteroides, de modo que se tomarán las medidas adecuadas para evitar los contagios.

Las dosis farmacológicas de los corticosteroides sistémicos suprimen la función hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) y, si se discontinúa el tratamiento bruscamente puede producirse una insuficiencia adrenal aguda que puede acarrear incluso la muerte. La discontinuación de una tratamiento prolongado con corticoides se debe realizar de modo gradual. Hay que tener en cuenta que la supresión de la función HPA se puede prolongar hasta 12 meses después de abandonar el tratamiento, de manera que los pacientes pueden necesitar un suplemento corticoide durante este tiempo. También se conoce un "síndrome de discontinuación de un tratamiento corticoide" no dependiente de la función HTA que se cree es debido al cambio brusco de concentraciones de corticoides en la sangre más que a la supresión de la función adrenal.

Por lo general, la administración de vacunas vivas no está contraindicada durante un tratamiento con corticosteroides siempre y cuando el tratamiento sea a corto plazo (< 2 semanas), con dosis bajas o moderadas, como terapia de sustitución o cuando la administración sea tópica o intraarticular. Los efectos inmunosupresores de los corticoides son diferentes según los fármacos, si bien se considera que dosis equivalentes a 1 mg/kg/día o a 20 mg/día de prednisona son suficientes para que la inmunosupresión sea lo suficientemente elevada como para que la administración de vacunas vivas pueda suponer un riesgo para el paciente.

Los pacientes que hayan sido vacunados al menos 2 semanas antes de iniciar el tratamiento con corticosteroides pueden considerarse inmunizados. En caso de que la vacuna haya sido administrada pocos días antes de iniciarse el tratamiento, los pacientes deberán ser revacunados al menos 3 meses después de la discontinuación del tratamiento costicosteroide.

 

 
 

INTERACCIONES

Las interacciones que se describen seguidamente se refieren a la betametasona sistémica. No se conocen interacciones entre la betametasona tópica y otros fármacos

Los inductores de las enzimas hepáticas (barbituratos, fenitoína y rifampicina) pueden aumentar el metabolismo de los glucocorticoides y reducir su eficacia. Las dosis de betametasona pueden necesitar reajustes si alguno de estos fármacos es añadido o retirado durante el tratamiento con corticoides.

Los estrógenos pueden aumentar la concentración de transcortina, reduciendo las cantidades de cortisona libre y alterando sus efectos. Puede ser necesario un reajuste de las dosis si se añaden o retiran estrógenos durante un tratamiento glucocorticoide.

Los corticosteroides aumentan el riesgo de ulceraciones gástricas inducidas por el antiinflamatorios no esteroídicos (AINES). Los salicilatos y la aspirina deben ser usados con precaución en pacientes con hipoprotrombinemia que también estén tratados con corticoides. Además, si se discontinúa el tratamiento corticoide, los niveles de salicilatos pueden aumentar debido a la reducción del metabolismo de los salicilatos que se encuentra aumentado por los corticoides, lo que puede producir una toxicidad por salicilatos y un aumento de los efectos secundarios.

Los glucocorticoides estimulan la excreción urinaria de potasio. Si se administran concomitantemente otros fármacos que también eliminan potasio como las tiazidas, la furosemida, el ácido etacrínico o la anfotericina B, puede producirse hipokaliemia. Se recomienda determinar los niveles de potasio si se administran corticoides con estos fármacos. Además, pueden aumentar el riesgo de arritmias en pacientes tratados con digoxina o dofetilida, y pueden potenciar el bloqueo neuromuscular producido por los bloqueantes neuromusculares no depolarizantes.

Los glucocorticoides interaccionan con los inhibidores de la colinesterasa como el ambenonium, la neostigmina y piridostigmina, provocando una seria debilidad muscular en pacientes con miastenia gravis. No obstante, hay casos en que deben usarse ambas terapias concomitantemente.

En raras ocasiones, los corticosteroides pueden aumentar la coagulabilidad de la sangre. Los pacientes tratados con heparina o warfarina pueden experimentar una pérdida parcial del efecto clínico. Por otra parte, la irritación gastrointestinal provocada por los corticosteroides puede aumentar el riesgo de hemorragias en pacientes anticoagulados, por lo que los pacientes bajo heparina o warfarina deberán ser vigilados se se instaura un tratamiento con betametasona.

Los corticosteroides sistémicos aumentan los niveles de glucosa en sangre. Además, existe una interacción farmacodinámica entre los corticosteroides y los antidiabéticos orales. Los diabéticos de tipo 1 y 2 requerirán reajuste de las dosis de insulina o de antidiabéticos orales si se inicia o discontinua un tratamiento corticoide. Se ha observado que las concentraciones plasmáticas de lactato aumentan cuando se administra metformina concomitantemente con hidrocortisona, con el correspondiente riesgo de desencadenar una acidos láctica. Por estos motivos, los diabéticos tratados con corticoides deberán ser estrechamente vigilados.

La vacumación con vacunas a base de virus muertos o inactivados o con toxoides no representa ningún peligro para los pacientes tratados con betametasona. Sin embargo, la respuesta inmune de los pacientes inmunosuprimidos a las vacunas es reducida por lo se requieren dosis más altas y más frecuentes. Aún asi, la inmunización resultante puede no ser óptima. Las vacunas con virus vivos están contraindicadas durante el tratamiento con corticosteroides que podrían potenciar la replicación del virus. De igual forma, los pacientes tratados con altas dosis de betametasona no deben ser expuestos a personas que hayan recibido recientemente la vacuna oral contra el poliovirus. Antes de ser vacunados, los pacientes deberán esperar entre 3 meses y un año después de la discontinuación del tratamiento.

La administración de corticoides antes o durante la terapia fotodinámica con porfímero puede reducir la eficacia de este tratamiento.

En los pacientes asmáticos el riesgo de cardiotoxicidad del isoproterenol puede aumentar si se administran concomitantemente corticosteroides o metilxantinas. Se ha observado infarto de micocardio con necrosis, insuficiencia cardíaca congestiva y muerte en casos en los que se administrados dosis i.v. de isoproterenol de 0.05 a 2.7 mg/kg/min en niños asma refractario.

 

 
 

REACCIONES ADVERSAS

Efectos tópicos: los preparados tópicos de betametasona pueden estar asociados a reacciones adversas locales como rash acneiforme, dermatitis de contacto, foliculitis, hipertricosis, irritación, miliaria, dermatitis perioral, prurito, atrofia de la piel, hipopigmentación, estrías y xerosis. La absorción transcutánea de la betametanosa es mínima por lo que no son de esperar las reacciones adversas que se observan trás la admnistración sistémica

Efectos sistémicos: la administración prolongada de dosis fisiológicas de corticoides en la terapia de sustitución no suelen causar reacciones adversas.

La severidad de los efectos adversos asociados a un tratamiento prolongado aumenta con las dosis y la duración del tratamiento. Los tratamientos a corto plazo usualmente no producen reacciones adversas, pero los tratamientos largos pueden ocasionar una atrofia de las glándulas suprarrenales y una depleción generalizada adrenocortical.

Los glucocorticoides son responsables del metabolismo proteico por lo que un tratamiento prolongadp puede ocasionar diversas manifestaciones músculoesqueléticas (mipatía, mialgia), atrofia de la matriz ósea y retraso de la cicatrización. También interaccionan con el calcio a distintos niveles en particular disminuyendo la síntesis de las proteínas de la matriz ósea por los osteoblastos y reduciendo la absorción de calcio a nivel intestinal y en la nefrona. Sin embargo, no modifican el metabolismo de la vitamina D.

Las inyecciones intra-articulares de betametasona pueden ocasionar artropatías similares a las de Charcot y también se han comunicado atrofias en los puntos inyección, incluyendo la ruptura de tendones.

Los efectos gastrointestinales asociados a la terapia a largo plazo con los corticoides incluyen nauseas y vómitos y anorexia con la subsiguiente pérdida de peso. También se ha descrito los efectos opuestos, con estimulación del apetito y aumento de peso, constipación, diarrea, dolor abdomnal, ulceraciones esofágicas, gastritis y pancreatitis.

Algunos pacientes con historia de úlcera péptica tratados con corticosteroides durante periodos largos han experimentado una reactivación de su enfermedad, a veces con perforación y retrasos de la cicatrización de la úlcera.

Algunos efectos adversos dermatológicos de los corticosteroides sistémicos incluyen atrofia de la piel, acné vulgaris, diaforesis, retraso en la cicatrización de heridas, eritema facial, estrías, petequias, prurito, hirsutismo, y equimosis . Entre las reacciones de hipersenibilidad se incluyen la dermatitis alérgica, urticaria, y/o angioedema.

Se han descrito parestesias (quemazón y hormigueos) en el área perineal después de la inyección i.v. de betametasona. También se han descrito casos de hipopigmentación, hiperpigmentacion, esclerosis y otros efectos locales en los lugares donde se practicó la inyección, incluyendo abscesos estériles.

La brusca discontinuación de un tratamiento sistémico crónico con betametasona puede ocasionar una insuficiencia adrenal grave y el síndrome de discontinuación de corticosteroides no relacionado con la supresión de la funciòn HPA. Se caracterizan por anorexia, letargia, nauseas y vómitos, cefaleas, fiebre, artralgia, dermatitis exfoliativa, pérdida de peso e hipotensión. También se ha descrito aumento de la presión intracraneal con papiledema después de la brusca interrupción de un tratamiento crónico con corticosteroides.

Los corticosteroides de clasifican en dos grupos: los mineralcorticoides que alteran los electrolitos y controlan el equilibrio de los fluídos facilitando la retención de sodio y la eliminación de potasio e hidrógeno en el túbulo renal y los glucocorticoides que actúan sobre la gluconeogénesis, facilitan la liberación de aminoácidos a partir del músculo, movilizan los ácidos grasos de los depósitos grasos y aumentan la capacidad para mantener las contracciones, evitando la fatiga de los músculos esqueléticos. La supresión de la función HTA reduce los niveles de mineralcorticoides lo que se traduce en retención de líquidos, hipertensión y alteración del balance electrolítico (hipokaliemia, hipernatremia, hipocalcemia y acidosis metabólica). En los pacientes susceptibles puede producirse una insuficiencia cardíaca congestiva.

Aunque la betametasona se utiliza en el tratamiento de la oftalmopatía de Graves, su administración prolongada puede conducir a reacciones oftálmicas adversas, tales como glaucoma y lesiones sobre el nervio óptico (neuritis óptica). Se han comunicado casos de pérdida de vista temporal o permanente después de la administración de corticosteroides por varias vías de administración, incluyendo la intra-nasal y oftámica.

Los corticosteroides aumentan la resistencia insulìnica y los niveles de glucosa. Los diabéticos deberán aumentar sus dosis de insulina o de antidiabéticos orales.

Los efectos neurológicos adversos incluyen cefaleas, insomnio, vértigo, fatiga, neuropatía periférica, cambios electroencefalográficos y convulsiones. Los cambios del comportamiento más frecuentes son depresión, ansiedad, euforia, cambios del estado de ánimo y de la personalidad y psicosis.

Los corticosteroides pueden reducir los niveles plasmáticos de vitamina C aunque raras veces producen síntomas de deficiencia de esta vitamina.

Finalmente, otras reacciones adversas infrecuentes son palpitaciones, taquicardia sinusal, glositis, estomatitis, incontinencia urinaria y urgencia

 

 

PRESENTACIONES

Betametasona

  • CELESEMINE Grag. SCHERING-PLOUGHT
  • CELESEMINE Jar. SCHERING-PLOUGHT
  • CELESTONE INY. Sol. iny. Amp. 4 mg SCHERING-PLOUGHT
  • CELESTONE-S COLOIDE OFTALMICO Gotas SCHERING-PLOUGHT
  • DIPRODERM Crema 0,05 % SCHERING-PLOUGHT
  • DIPRODERM Sol. tópica 0,05 % SCHERING-PLOUGHT
  • DIPRODERM Ung. 0,05 % SCHERING-PLOUGHT
  • DIPROGENTA Crema 0,05 % SCHERING-PLOUGHT

Betametasona dipropionato

  • BETA-MICOTER Crema. FARMACUSI
  • DIPROSALIC Pom. SCHERING-PLOUGHT
  • DIPROSALIC Sol. cutánea SCHERING-PLOUGHT

Betametasona acetato

  • BRONSAL Amp 2mg (+ diprofilina y guaiafesina) UCB
  • CELESTONE CRONODOSE Susp. iny. Vial 6 mg SCHERING-PLOUGH

Betametasona valerato

  • BETNOVATE CAPILAR Sol. capilar 0,1 % CELLTECH PHARMA
  • BETNOVATE CREMA Crema 0,1 % CELLTECH PHARMA
  • BETTAMOUSSE Espuma 0,1% CELLTECH PHARMA
  • CELESTODERM Sol. cutánea 0,1 % SCHERING-PLOUGH
  • CELESTODERM GENTAMICINA Crema SCHERING-PLOUGH
  • CELESTODERM V 1/2 Crema 0,05 % SCHERING-PLOUGH
  • CELESTODERM V Crema 0,1 % SCHERING-PLOUGH
  • FUCIBET CREMA 0.1% (+ ácido fusídico) FARMACUSI
 
 

REFERENCIAS

  • Reid IR. Preventing glucocorticoid-induced osteoporosis. N Engl J Med 1997;337:420-1.
  • Conn HO, Poynard T. Corticosteroids and peptic ulcer: meta-analysis of adverse events during steroid therapy. J Intern Med 1994; 236:619-32.
  • Moss TJ , Doherty DA , Nitsos I , Harding R , Newnham JP. Pharmacokinetics of betamethasone after maternal or fetal intramuscular administration. Am J Obstet Gynecol 2003 Dec 189:6 1751-7
  • Senat MV , Minoui S , Multon O , Fernandez H , Frydman R , Ville Y. Effect of dexamethasone and betamethasone on fetal heart rate variability in preterm labour: a randomised study. Br J Obstet Gynaecol 1998 Jul 105:7 749-55
  • Meizner I , Katz M. Absence of significant hemodynamic changes in the fetus following maternal betamethasone administration. Ultrasound Obstet Gynecol 1997 Sep 10:3 223-5
  • Rotmensch S , Vishne TH , Celentano C , Dan M , Ben Rafael Z. Maternal infectious morbidity following multiple courses of betamethasone. J Infect 1999 Jul 39:1 49-54
  • Pratt L , Waschbusch L , Ladd W , Gangnon R , Hendricks SK. Multiple vs. single betamethasone therapy. Neonatal and maternal effects. J Reprod Med 1999 Mar 44:3 257-64
 
 

Monografía revisada el 15 de diciembre de 2010.Equipo de redacción de IQB (Centro colaborador de La Administración Nacional de Medicamentos, alimentos y Tecnología Médica -ANMAT - Argentina).

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