Mecanismos de resistencia antibiótica

  ALTERACIONES DE LA MEMBRANA BACTERIANA

Las bacterias son organismos unicelulares que se encuentran aislados del medio exterior mediante una membrana citoplasmática. Como en cualquier membrana celular, la parte más permeable de la misma está constituída por la bicapa fosfolipídica fluída. La bacteria no puede reducir la permeabilidad de esta bicapa dado que reduciría su fluidez, interfiriendo con el funcionamiento adecuado de las proteínas de membrana. Por lo tanto, algunas bacterias se protegen construyendo una segunda membrana que rodea la célula, por el exterior de la membrana citoplasmática.

Las bacterias Gram-(+) suelen estar rodeadas de una membrana externa constituída por peptidoglicanos. Aunque esta estructura es mecánicamente resistente ofrece sólo una pequeña resistencia a la difusión de pequeñas moléculas como los antibióticos.

Por el contrario, las bacterias Gram-(-) como los E. coli disponen de una segunda membrana que actúa como una barrera muy efectiva. Esta segunda membrana está constituída por lipopolisacáridos (LPS) en lugar de los glicerofosfolípidos usualmente encontrados en las membranas biológicas. Estos LPS están constituídos por ácido grasos saturados que confieren a esta membrana externa mucha menos fluidez que los grados no saturados de la bicapa. Además, las LPS tienen 6 o 7 cadenas de ácidos grasos frente a las solo 2 cadenas de los fosfolípidos de la bicapa, por lo que esta membrana es mucho más hidrófoba de lo normal. De esta manera, la difusión de las pequeñas moléculas a través de las LPS es una 10 a 100 veces menor que la que se observa usualmente en las bicapas normales.

Las bacterias que están rodeadas de esta barrera tan efectiva han tenido que desarrollar mecanismos que les permita acceder a los nutrientes del medio exterior. Con este objetivo, la membrana externa contiene unas proteínas llamadas porinas que actúan como canales para la difusión de moléculas que no pueden cruzar la membrana exterior