EMBOLIA PULMONAR

EMBOLIA PULMONAR

RADIOGRAFIA DE TORAX

La radiografia de tórax es a menudo la primera prueba que se practica cuando un enfermos se presenta con disnea. Los enfermos con embolia pulmonar presentan a menudo una radiografía de tórax anormal, siendo sólo una minorías los que muestran un aspecto normal (Véase lista de anormalidades)

En una reciente revisión de enfermos con embolia pulmonar sin lesiones cardíacas o pulmonares prexistentes, sólo el 14% de las radiografías de tórax fueron normales.

Los síntomas más frecuentemente observados son:

  • Atelectasis y densidades parenquimales. Las áreas de atelectasis son más comunes en el lóbulo inferior al igual de la densidad parenquimal.

  • Es importe no confundir estas densidades causadas por hemorragias pulmonares y edema con infiltrados infecciosos o masas tumorales
  • Las efusiones pleurales son comunes y más a menudo unilaterales a pesar de que la mayor parte de los coágulos son bilaterales. Estas efusiones son usualmente visibles cuando el enfermo requiere atención médica. Casi siempres son pequeñas, ocupando menos del 15% de un hemitórax y raramente aumentan de tamaño después de 3 días. Cualquier aumento a partir de estos días puede hacer sospechar de una infección pulmonar o re-embolización.
  • Las opacidades basadas en la pleura con márgenes mediales convexos también se conocen como prominencias de Hampton. Estas pueden indicar la presencia de un infarto pulmonar. La rapidez de la disolución de dichas densidades es la mejor manera de juzgar si ha habido infarto pulmonar. Las áreas de hemorragia pulmonar y edema se resuelven en unos pocos días, una semana como máximo. Las densidades originadas por un área de pulmón infartado decrece lentamente a lo largo de unas cuantas semanas dejando una cicatriz lineal.
  • El diafragma puede estar elevado, reflejando una pérdida de volumen en el pulmón afectado.
  • Las arterias pulmonares centrales pueden ser prominentes bien por una hipertensión pulmonar, bien por la presencia de un coágulo en dichas arterias.
  • El signo de Westermark implica un área de vascularidad y perfusión disminuída, acompañada de una arteria pulmonar central agrandada en el lado afectado.
  • La cardiomegalia es un hallazgo inespecífico, pero que puede implicar un ventrículo derecho aumentado como el que se observa en este caso, con amplias embolias pulmonares bilaterales.
  • El edema pulmonar es un hallazgo poco frecuente en este grupo. En este caso, el enfermo fué inicialmente diagnosticado de edema pulmonar pero de hecho tenía varias áreas infartadas.
En conclusión, la radiografía de tórax puede ser normal en una minoría de casos y las anomalías cuando están presentes, son a menudo inespecíficas.